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pide un deseo

y después al despertar

Cuando me desperté de ese sueño tan mágico, además de acordarme del horóscopo de ayer, me di cuenta de todas las cosas que Manuel sabe que me duelen, que no es sólo que no me gusten aunque eso es lo que pueda opinar él de ellas si estuviese en mi lugar, y sin embargo las hace, más por dejadez que por maldad, porque todos estamos condenados a hacer daño a los que más queremos, a los que menos nos gusta hacérselo.

Las hace y no les da mayor importancia, como mucho dice que es que no entiendo su situación, en vez de pararse a pensar si él entiende la mía, mi forma de pensar y de sentir. No compartimos el mismo criterio de las cosas que nos gustan y que no, y ni siquiera siempre el de las que nos parecen importantes.

Y hay momentos en los que yo también haría cosas que a él no le gustarían, cosas que para mí, si estuviese en su lugar, tampoco serían importantes, y ahora es uno de esos momentos. Y en cambio resulta que me corto, y es que ya no puedo más con coartarme ciertos aspectos de mi vida por no plantearme cosas, por no rebelarme, por no quejarme, y tener que pasar por otros y que luego me digan que tampoco es tan importante y que si no lo entiendo. Pues no, no lo entiendo, no veo las cosas de la misma manera, no hay una verdad absoluta, y pocas cosas están bien o mal objetivamente hablando.

Así que me quedan pocas opciones, una de ellas es mandarlo todo a la mierda y la verdad es que no me apetece nada, y el resto son o volverme de piedra, que para eso lo mando todo a la mierda y acabo antes, y otra es pelear por mí y soltarme la melena, y me voy a lanzar por esa opción, porque quiero guerra. Estoy guerrera. Igual me convierto en un terremoto por unos días, si se nota temblar la tierra, es que ya me he dado a la acción.

3 comentarios

estrella fugaz -

Ezne: jejeje, sí, supongo que todos hemos tenido temporadas así, pero bueno, el terremoto de momento fue sólo una amenaz, a ver qué pasa, si se amortigua o toma fuerza...

Cora: sí, claro, lo que pasa es que tengo muy claro a qué cosas no voy a renunciar nunca (mi independencia, mis amigos, mi tiempo, la confianza...) pero con esas no tengo problemas, si no las decisiones drásticas se hubiesen tomado hace ya mucho tiempo, el problema es con cosas que, aunque no son de vital importancia, no son detalles, y de ahí las dudas...

Cora -

En una relación siempre hay momentos en los que tienes que ceder un poquito de terreno al otro, siempre que ello no implique renunciar a ser uno mismo, o que sea siempre la misma persona la que ceda por la otra. Supongo que es necesario que cada uno se marque unos límites y tenga claro cuáles son las cosas negociables y cuáles son las irrenunciables sin posibilidad alguna de discusión... La clave es que no haya incompatibilidad entre las cosas irrenunciables de cada uno, supongo...

Ezne -

No te imaginas cuanto te entiendo... me parece que ya estoy sintiendo los temblores ;)

Un beito!