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reciprocidad

Desolado, Pastora

Me gusta creer que la bondad genera bondad, que si yo soy buena con la gente tengo más posibilidades de recibir cosas buenas de los demás, me gusta creer en la bondad natural, en la bondad ajena, me gusta confiar en los demás y que confíen en mí, y habré dicho unas cuantas veces que prefiero que me engañen a no poder vivir con la sospecha de que lo están haciendo, eso sí, en general me engañan una vez, no más, digo en general porque en la familia vuelvo a confiar al cabo de un tiempo y vuelvo a salir escaldada.

Todo lo anterior lo creo por fe, como quien cree en un dios, porque me parece bonito, porque me parece justo, pero también porque yo sí actúo así, no soy especialmente detallista, pero no voy a hacerle putadas a nadie porque no me parece bien, no me gusta dar problemas porque me gusta la gente cómoda, y si alguien confía en mí me daría mucha vergüenza defraudarle.

Pero por mucho que me guste creer en el tantra y en la reciprocidad de sentimientos y relaciones no es así, hay mucha gente que va a aprovechar que le des la mano para coger el brazo, que aunque tú lleves con discreción sus secretos va a contar los tuyos o aprovecharse de conocerlos, que va a hacer lo contrario de lo que dice, o le gusta lo contrario de lo que pide, hay gente que dirá que todo lo hace por tu bien, que lo que más quiere en el mundo es tu felicidad y que será la gente que más daño te haga, aunque no sea por voluntad por lo menos sí es así por omisión, y eso también es pecado y también es delito, y se puede pasar por alto una vez y unas cuantas, pero cuando nunca te piden perdón y encima te hacen sentirte culpable llega un momento que uno se cansa.

Y es que yo con esas reglas no sé jugar, así que me temo que tengo que volver a mis tiempos de insensibilidad adolescente, donde no me dejaba sentir para que no pudiesen hacerme daño, lo triste es que hoy en día no son los chicos los que me dan miedo.

5 comentarios

estrella fugaz -

Manuel: me quedo con el vive y deja vivir, no busco favores, sólo que no me traten mal.

Cora: yo también pienso que soy más feliz viviendo así, pero de vez en cuando me siento también tan ilusa...

Susana: tienes razón, pero me da rabia tener que ponérmela con la gente que me importa, la que no me importa me da igual lo que me diga o me haga (hasta cierto punto, claro) pero que me tenga que defender de cierta gente cercana... es duro.

Pikifiore: a mí también me volverá a pasar

Pikifiore -

Uyy,precisamente tu post de hoy viene muy a cuento a como me siento estos días.Me pasa un poco lo de Cora, con algunas amigas voy un poco de pardilla y luego me la dan con queso.Claro,entonces pasan de ser amigas a ser hijas de...(y no digo mas).Me he dado cuenta de que las motivaciones que a mí me mueven, que son hacer que la gente en la que creo se sienta bien, muchos se las pasan por el arco del triunfo,se me queda cara de imbecil y pienso que les den!lamentablemente,sé que me volverá a pasar.Un beso

susana -

La gente es como es y no vas a cambiarlos. Como les digo a mis hijos: si te hacen sufrir les estás haciendo un favor, así que a veces no queda más remedio que ponerse una coraza, y no permitir que te importe. Es duro pero funciona. Suerte. Un beso.

Cora -

A mí me pasa algo parecido. Soy muy pardilla y puedo vivir engañada durante bastante tiempo, sobre todo si no veo motivos lógicos para que alguien me haga una putada. Pero una vez se me cae la venda, se me cae para siempre (o para una temporada muy larga, hay gente en la que he vuelto a confiar pero me ha costado).

Curiosamente, soy mucho más pardilla con las amigas que con los tíos. En el tema relaciones, por algún motivo, soy más cauta y más difícil de engañar (no hablo tanto de infidelidad sexual como de que te tomen por el pito del sereno). Y sin embargo, he tenido varias supuestas amigas que me han dado la puñalada, y aunque voy viendo las señales de alarma (más que nada por recuerdo de experiencias anteriores), suelo pensar que me estoy emparanoiando, y no reacciono hasta que ya el cuchillo se me sostiene solito clavado en mitad de la espalda...

Con todo, sigo pensando que vive más infeliz la gente que siempre está emparanoiada con supuestos engaños y conspiraciones. Al menos yo me llevo chascos puntuales, ellos viven en un agobio perpetuo...

Manuel -

A veces, las desilusiones más grandes vienen por parte de la gente más allegada, o de aquellos en quienes habías puesto esperanzas y/o ilusiones. Y te lo dice alguien que de joven tuvo una vida sentimental muy agitada.

Por desgracia, hay mucha gente que no quiere aceptar el dicho de :"El que toma, a dar se obliga.". Ya sé que el egoismo es una parte más del complejo entramado de la naturaleza humana, y hay quien lo tiene en mayor grado que otros.

Yo siempre he sido acérrimo partidario del "Vive y deja vivir", aunque éso hay gente que no sabe o no quiere comprender.

Respecto a lo de ser buena persona, recuerdo a un hermano de mi madre que solía decir:"Ser bueno no es ningún mérito, pues todos tenemos obligación de serlo." Y tenía más razón que un santo...

A veces, en la vida hay que saber sobrevivir como si se estuviera en una partida de cartas, en la que te aconsejo: Nunca enseñes todo tu juego a la primera, y guarda siempre un as en la manga.

Un saludito desde Valencia.