- Me he peleado mil veces por intentar conseguir algo que mejore mi vida, que la cambie, y ahora no sé si ha merecido la pena y no sé por dónde seguir, me indigno por las cosas que no me parecen bien, pero a veces creo que me he acomodado, que hay cosas que ya las acepto malas como son, y que no lucho lo suficiente, hay cosas que no salen, otras que sí... ¿Por qué arriesgarías tú tu vida? Y no me refiero a arriesgarla físicamente, sino a arriesgar la vida más o menos cómoda que tienes hoy, tu rutina, algo que te trastocase tu forma de vivir, que pudiese hacerte perder algo, ¿por qué te arriesgarías?
- Pues por la libertad, por la justicia, por los derechos de la gente, por la igualdad...
- Supongo que te refieres a la libertad de los pueblos, de los países, de la gente para elegir a su presidente, por ejemplo.
- Sí, claro.
- Eso es lo que te haría moverte para pelearte por algo, son las cosas que te parecen lo suficientemente dignas como para moverte por ellas.
- Sí.
- Es que creo que igual a veces hemos perdido las dimensiones, y me parece una pena. La gente quiere luchar por unos valores enormes que, aparte de que esas injusticias son las que más cuesta cambiar, y aparte de que al final es por las que menos luchas, porque en esta sociedad del bienestar parece que nos quedan lejos, le hacen no pararse a mirar si eso se puede aplicar a su pequeña vida. Si su libertad está impedida por los padres, la novia o el jefe. Si sus conocidos les piden cosas injustas, si la gente no le acepta como es.
Es muy bonito llenarse la boca con lo que uno lucharía por cambiar el mundo, pero como no está al alcance de la mano... y luego las cosas que sí lo están aceptarlas, no vaya a ser que si de verdad te arriesgas a pelear por algo pierdas otra cosa.
Yo he peleado por tener una vida independiente de la de mis padres, en algunas cosas lo he conseguido, en otras sólo me he llevado broncas e incomprensiones. He peleado por tener una vida sexual que ellos no me tenían que coartar, por tener unos estudios u otros, por vivir en una ciudad distinta, por tener mi independencia económica, o por tener un novio que no les gustase.
He pasado por 5 tipos de trabajo distintos para irme buscando la vida y ver que podía hacer cosas, en vez de quedarme tranquila y relajada en casa, viendo la tele.
He cambiado un par de veces de ciudad y me he ha hecho sentir sola algunas temporadas, pero he conocido lugares y sobre todo gente genial que han hecho que cualquier esfuerzo mereciese la pena.
Y veo que he conseguido una vida que me gusta, mucho, salvo por un detalle, que todas esas cosas por las que he luchado durante toda mi vida parecen insignificantes, no sólo cuando se comparan con esa libertad de los pueblos, esas Justicia e Igualdad con mayúsculas, sino sobre todo cuando veo que estando a tu lado, que no eres capaz de luchar por esas cosas "pequeñas" de tu vida que dices que te molestan tanto, que son las que realmente te podrían dar la felicidad, lo único que he conseguido es cortar tanto mi libertad que ahora sí que me planteo si mereció la pena tanto esfuerzo de adolescente para esto. Y lo peor es que sé que sí, que lo mereció, así que igual tengo que luchar todavía un poco más, a mis 26 años, para echar lastres.