El guetto
Fast car, Tracy Chapman (no la pude colgar antes, perdón a las que ya se pasaron por aquí)
Llevo mucho tiempo queriendo escribir este post, pero al final, por unas cosas u otras lo voy dejando aparcado, y el tema principal es que estoy harta de Chueca, antes me encantaba, y era porque me parecía el barrio más liberal de Madrid, aparte del ambiente era (es, creo) el barrio donde más gente hay extranjera, y eso me gustaba. Siempre me ha encantado Malasaña, pero allí no hay, por ejemplo, ni negros ni sudamericanos, y eso, en una ciudad con tanta inmigración como Madrid, es raro.
Ahora que salgo por allí casi cada semana estoy harta del barrio, estoy dándome cuenta de que es como la ciudad de mis padres, y de ella me quejo mucho, mucho. Y es que es no me gusta mucho salir por la ciudad de mis padres, la zona de bares es relativamente pequeña, ponen en todos los sitios la misma música, y la gente es la misma, incluso lleva la misma ropa, vayas donde vayas.
Poco después de llegar a Madrid, cuando volvía a la ciudad de mis padres mi plan para salir por allí era salir hasta que había escuchado 3 veces la canción del verano y en ese momento me iba a dormir a falta de un revólver cerca. Hay unos pocos baretos heavys, o de rock, que están mucho mejor, pero me costó mucho llevar allí a mis amigas, era como si esos bares no existiesen, no era una posibilidad a contemplar. E íbamos a los bares de siempre, con la gente de siempre a la que ya conocíamos, aunque ahora ya cambiamos un poco más.
Pero ahora me pasa eso en Chueca, hay que ir siempre a los mismos sitios donde ponen exactamente la misma música día tras día. Siempre acabamos en el mismo bar, bar que está lleno, y en el que encima hay que pagar por entrar, y pagamos. Todo el mundo se conoce, hay una endogamia que da miedo y la gente va casi toda vestida igual, creo que sabría decir quién es gay o no sólo por las zapatillas que lleve, y eso lo odio. Bueno, sé que no todo el mundo viste así, sé que esto es una exageración, igual que cuando me refiero a la ciudad de mis padres, pero la realidad se aproxima bastante.
Y me da rabia, porque tenía ganas de salir por Chueca más, no tenía amigos que fuesen gays y que quisiesen salir por ahí hasta hace poco, pero ahora no me hace tanta gracia. Yo antes no iba a Chueca y me he liado con chicas en otros sitios, en otros barrios, en otros bares, y nunca nadie me ha mirado mal ni me ha dicho nada, bueno, sí, recuerdo dos frases buenas:
- Hace mil años en un garito de Malasaña, hoy ya inexistente: vaya, acabas de levantarle a mi amigo la tía a la que se quería ligar. Tiempo más tarde se lió una amiga con el que me dijo esto, se acordaba de nosotras, y era supermajo.
- Hace dos años la noche de la cabalgata del orgullo, en un bar de Bilbao: oye, quería deciros que me dais envidia, y que enhorabuena, que tenéis que estar contentísimas por lo del matrimonio, que me alegro un montón, que soy del PSOE y que ahora al veros me siento orgullosísimo y supercontento. Me contagió su alegría, aunque quitándole a él la noche no fue muy buena…
Y es que a mí me gusta Madrid porque creo que a la mayoría de la gente le da igual lo que hagas, no se mete en tu vida, probablemente no te va a volver a ver. Pero nos seguimos empeñando en excluirnos a nosotros mismos, no sé si por miedo de que a alguien le siga pareciendo mal la homosexualidad o porque tenemos miedo de acercarnos a una chica que no sea lesbiana y le parezca mal, y si eso nos pasa en Chueca allá ella, que ya sabía donde se metía. Da igual que por ley seamos iguales, para nosotros mismos no lo somos.