la televisión
Había una tira de Mafalda en la que ella quería tener una tele pero sus padres no se la querían comprar, y en el colegio se reían de ella por no tenerla, y llega un capítulo en que le dice su padre que no tener tele no es ser un bicho raro, y ella contesta que no, que es ser idiota.
Pues yo debo de ser muy idiota, porque no tengo televisión y porque encima no me da la gana de tenerla. He vivido ya 4 años sin televisor y no lo echaba para nada de menos, eso sí, el año del 11M me alegré de haberla tenido. Por lo demás sólo me ha servido para perder el tiempo.
Me gusta mucho leer el periódico y enterarme de cómo va el mundo, pese a que este año no lo haya hecho mucho, pero no me gusta mucho ver las noticias en la tele, para que me pongan 20 minutos de deportes, o de la vida de la folclórica a la que le toque ese año y no pueda saltarme esas páginas.
Reconozco que hay programas de la tele que me gustan, una minoría, pero alguno hay, pero también reconozco que, en general, la utilizo para llenar vacíos. Es un aparato que emite no se cuántas imágenes por segundo, en color y con sonido, con lo cual te impide pensar en nada más, en cuanto la ves te atontas, cuando yo la veía me enganchaba a ella, llegaba cansadísima de estudiar, o de currar, y la enchufaba para no pensar en nada, y me podía quedar allí horas, hasta que llegaba Crónicas Marcianas, que siempre me ha dado una vergüenza ajena increíble y me hacía sentir muy incómoda, hasta el punto de no poder seguir viéndolo, así que ése era el momento de apagarla e irme a la cama.
Resultado: me atontaba tanto que no me daba tiempo a repasar brevemente mi jornada, para hacer balance, de lo bueno y lo malo, lo que me había quedado sin hacer o mis planes para el día siguiente. Me enganchaba y me quedaba frente a ella más rato del que me hubiese gustado, con la consiguiente pérdida de horas de sueño y de tiempo de ocio.
La odio también porque mi hermana delante de la televisión es una persona sin vista, sin oído y sin cerebro, da igual lo que le tengas que decir porque no escucha. Pero sobre todo la odio porque la excusa que más me molesta un sábado, o incluso un domingo de cañas, es la de: " es que me iba a quedar viendo la tele, y me da una pereza salir..."
11 comentarios
estrella fugaz -
Vanadis: me encantaba Eva Hache antes de ser famosa, ya era genial, pero la noche no lo he visto nunca, pero me han dicho que está genial, ves, éste es un de los programas que considero que valdrían la pena, pero no lo veo y no me pasa nada.
Chaika: jajaja, y te has dado cuenta cuando la ponen en los bares, a mí me pasa lo mismo, me la quedo mirando, aunque esté sin sonido, y me atonto completamente, cómo lo odio!!!!
PSue: si yo estuviese en España, con el buen tiempo que hace allí, (no como esta mierda) no me quedaba en verano viendo la tele ni de coña, por eso prefiero no tenerla, así me evito tentaciones ;)
Su: no te avergüences, tampoco es para eso, simplemente a mí no me gusta y punto :)
halsito: eso, a descubrir nuevos blogs, que hay un montón geniales que no tendré tiempo de leer nunca!
halsito -
Además, el tiempo que pierdes delante de la tele lo puedes aprovechar por ejemplo para cosas más interesantes, como descubrir nuevos blogs. Muy bonito por cierto ;)
Saludos!
Su -
He visto varios grandes hermanos, pero nunca he dejado de salir o de hacer otras cosas por verlo.
A veces, cuando miro el correo por la noche, la tengo encendida, y si hay algo que me interese la pongo.
Cuando me voy a algún sitio que no la tienen, no me entra el mono ni nada de eso ¿ehhh? y además, en casa, hay días enteros en los que ni la enciendo.
PSue -
Si no fuera porque me gusta tanto tanto el cine...
Un besazo!!
Chaika -
Eso sí, cuando llego a una casa que tiene una encendida me quedo abobada y encefalograma plano. Supongo que es por eso.
vanadis -
Alba -
Otro beso
estrella fugaz -
A ver que ahora respondo yo:
Sí, yo también veo alguna serie en la tele, pero ésa es otra de las cosas que me fastidian, ahora no veo ninguna serie y soy feliz, si tengo tele sé que todos los martes a tal hora me voy a sentar a ver hospital central, por ejemplo, aunque me apetezca más leer un libro, a ver qué pasa en la serie, y no lo entiendo. Aunque no he plantado a nadie por ver nada y me jode mucho, mucho que me lo hagan.
La carrera: en un principio lo que me frustraba era no ir tan bien como me gustaría, o mejor dicho, considerar que el esfuerzo que hacía no me merecía la pena para los resultados que obtenía. Ahora, a fuerza de quemarme mucho, me ha dejado de gustar mi carrera, y no me veo nada trabajando en nada relacionado con ella, pero a estas alturas ya la voy a acabar, me queda muy poco.
En lo de la distancia, mira tú que no me lo había planteado exactamente así pero puedes estar acertada, uhmmm...
Gatazul: no he entendido si la echas en falta si no está o si está la echas de "más" (:
Gatazul -
Cora -
Y sobre qué hace que nos guste una persona...lo del olor y las feromonas es fundamental para que prenda la chispa. Pero para que la hoguera se mantenga, hace falta algo más consistente. Tal vez lo que hizo que tu relación con tu chico durara más de lo previsible fue la distancia: dicen que es lo que mata las relaciones, pero conozco muchos casos en los que verse poco hace que se prolonguen historias que, de ocurrir en "tiempo real", se agotarían en tiempo record...
Cora -
Sobre la tele: yo en casa de mis padres apenas veo algo que no sea en la digital. Sigo unas cuantas series, de cuando en cuando encuentro alguna peli que me gusta, y me veo los documentales de documanía, national geographic y similares (los de bichos de la 2, en cambio, me hacen dormir en cuestión de segundos, lo admito).En el piso, en cambio, apenas la veo, aunque a veces la tengo de fondo si estoy sola en casa. Estoy enganchada a un par de series (de mayor quiero ser como House, y aunque haya visto los mismos capítulos chopocientas veces, me sigo riendo con Friends), pero jamás he prescindido de hacer otros planes para quedarme viendo la tele (mi amiga V me plantó una vez porque estaban reponiendo OC).
Sobre la carrera: lo que tienes que plantearte es si te frustra ir más despacio de lo que estás acostumbrada, o si es que te has dado cuenta de que lo que estás haciendo no te interesa lo más mínimo y que te da una pereza infinita pensar en dedicarte a ello profesionalmente. Si es lo primero, no queda otra que respirar profundamente y tomárselo con calma: mi amiga Maya pasó por el mismo agobio (estaba acostumbrada a destacar en clase, y tardar más años de la cuenta en sacarse una ingeniería técnica le atacó bastante los nervios), pero ahora que lo ha conseguido disfruta mucho con el trabajo. Si has descubierto que lo que haces no te gusta nada, no hay nada malo en reconocer que el camino elegido no nos lleva a donde queríamos y cambiar de rumbo.