los ex y los celos
El otro día tenía mil llamadas de un número desconocido en el móvil, tuve que buscar de quién era ese número porque lo había borrado de la tarjeta porque tenía una agenda inmensa que me aburría de recorrer cada vez que buscaba un número. Lo encontré, y resultó que era el de un ex mío con el que estuve en el instituto y con el que guardo muy buena relación pero que simplemente se había ido a vivir a otra ciudad, y al que no creí que fuese a volver a ver muy a menudo.
Este chico es una de las personas con las que más me he compenetrado, y eso pese a ser de clases sociales, de razas, y de ideas muy distintas. Después de irme a Madrid cuando volvía a la ciudad de mis padres en vacaciones me sentía muy incómoda, sentía que yo había cambiado pese a seguir siendo la misma y que la gente que se había quedado allí no, que pensaban que yo era distinta y era una infiltrada en mis grupos de antes, que nadie conocía muchas cosas de mí que gente que me conocía desde hacía un año sí que sabía. Pues al único al que se lo conté todo, y del que nunca tuve ninguna duda de que lo fuese a entender, fue a él. Y, pese a ser el más distinto a mí, el que menos oportunidades había tenido de salir fuera, de cambiar de mundo, lo entendió todo perfectamente, y nunca me dijo que había cambiado mucho, como me dijeron muchas personas.
Nos entendíamos genial, nos llevábamos mejor, teníamos mucha confianza en el otro, como para contarle cualquier cosa, y además, es la única persona tan poco celosa como yo que he conocido. Los dos sabíamos que por separado ligábamos mucho.... si queríamos, pero los dos sabíamos que si estábamos juntos era por algo, y que no íbamos a irnos con otro, por lo menos, no sin avisar. Hubo dos anécdotas muy curiosas en este sentido:
La primera es que cuando empezamos a salir me contó un día que una de sus ex, de la que había estado enamorado (sabíamos que nosotros dos no lo estábamos ni lo estaríamos nunca) le había escrito una carta, no me contó más y yo no pregunté. Pero yo sabía (suponía y estaba segura) que la chica se la había escrito porque se había enterado de que había vuelto conmigo (no sé porqué todas sus novias me consideran peligrosa) y con intención de volver con él para dejarle tirado, como ya había hecho. De todo esto, a mí lo único que me preocupaba de que volviese con ella era volverle a ver como cuando lo dejaron, con lo alegre que es y se le notaba a distancia que lo estaba pasando fatal. Seguí sin preguntar nada, él no me lo contó, y yo nunca me preocupé por ello. Meses más tarde me contó esta historia, tal y como yo la había imaginado, y me dijo que no quería volver con ella porque sabía que lo estaba haciendo sólo por estar conmigo, y que en realidad ella no quería salir con él, y le iba a volver a dejar. Le dije que ya lo sabía que me lo imaginaba, y no pasó nada, él me cuenta lo que quiere, yo a él también, pero sabemos que lo nuestro es fuerte.
La segunda historia fue poco después, también de cuando estábamos saliendo. Había un chico en mi instituto detrás de mí, que no me gustaba demasiado, y una noche me lo encontré por ahí y me llegó todo serio a decirme algo que igual me iba a doler, que mi novio me estaba poniendo los cuernos, que le había visto con una chica el día anterior, cuando yo ya me había ido a casa, en la discoteca. Yo me eché a reír, y ni me lo creí. Cuando unas horas más tarde me encontré con mi novio sí que le pregunté sobre eso, pero me empezó a contar con quién estuvo esa noche (una amiga suya, que era amiga de otra ex) no quise oír más, pese a que sí que me contó algo más de la historia. Yo sabía que estaba con una amiga, que era muy cariñoso, pero que no me iba a engañar, sin decírmelo. El otro tío todavía vino un par de veces a preguntarme si no lo había dejado con él porque me pusiese los cuernos, y me volvía a dar la risa, sería gilipollas...
Y es que yo confiaba mucho en este chico, sabía que si estaba conmigo era porque quería, y no por estar con alguien, que solo estaba perfectamente. Sabía que si se quería enrollar con más gente me lo diría y no habría ningún problema por parte de los dos, porque ya habíamos estado mucho tiempo así, liándonos nosotros y contándonos nuestras aventuras con los demás, así que lo que menos me iba a imaginar era que estuviese con otras sin decírmelo. Sabía que si habíamos decidido salir juntos era porque para una temporada por lo menos, nos iba a bastar con estar juntos, sin nadie más, pero que si aparecía alguien los dos lo íbamos a entender. Y nunca me sentí imbécil por confiar en él, ni me lo parece ahora tampoco.
Ahora vive con la novia, y es una tía a la que yo no conocía de nada hasta que un día que quedamos los dos para vernos, con más gente, la tía se autoinvitó y vino con nosotros para estar con una cara de enfado continua y sin hablar más que para soltarme un par de borderías a lo largo de la tarde, que me sentí obligada a ignorar porque ya estaba tenso el ambiente, como para andarle echando más leña. Al final consiguió lo que ella no quería, que quedásemos él y yo a solas, porque al día siguiente vino él a buscarme a casa, a charlar, y a pedirme perdón por haber tenido que soportar así a su novia.
Pues hace un par de días me llamó para decirme que vuelve a vivir en nuestra ciudad, y que si nos veíamos. Le dije que no me trajese a la novia, o por lo menos que no me la trajese enfadada, que no estoy yo de humor para aguantar tonterías, que seguro que tal y como estoy últimamente la contesto, y a ver si al final acabamos mal, que la gente de mi ciudad es muy bruta y casi todo se arregla con peleas (espero que a partir de los 20 esto ya no sea así), y me dijo que no, que si venía iba a venir de mal humor, así que vendría él solo.
Y yo no entiendo como alguien puede dudar de este chico, yo es lo último que hubiese hecho, vamos, que tuve oportunidades para desconfiar de él y jamás se me ocurrió. Y es más, que si dudo de la fidelidad de alguien, pero se la exijo, no salgo con él. Pero por eso yo no dudaba de él, porque yo no le exigía nada, porque los dos éramos conscientes de que eso se podía acabar, por parte de uno o de los dos, y aprovechábamos el momento, porque al no pedirnos nada sabíamos que el otro nos iba a contar sus dudas y sus problemas. Sabíamos que si el otro se quería liar con alguien no se lo íbamos a impedir, de hecho sabíamos que podíamos continuar juntos tras una historia así. Y de esta manera ninguno de los dos tuvimos nunca miedo de los cuernos. Yo, pese a no dudar de ninguno de mis novios, no he vuelto a tener una historia así de confiada por las dos partes con casi nadie más, y por lo que veo de él y de su novia, él tampoco ha vuelto a tener esa suerte.
5 comentarios
estrella fugaz -
Cora: exactamente, yo incluso diría que hay gente que monta esos números pensando que así demuestran su amor (cuando lo único que demuestran es desconfianza), y que así van a tener a la otra persona más pendiente de ella, pero no creo que eso se consiga así, aunque quién sabe, igual a veces funciona, pero conmigo no.
Gatazul: sí, eso es verdad, pero creo que hay cosas que deberían de darse en todas las relaciones, y entre ellas la principal es la confianza.
Bi_sible: la confianza en otra persona te da una seguridad y una tranquilidad inmensa, hay un montón de problemas que ya se han borrado de un plumazo.
Qué bien lo de Ismael Serrano, a ver si algún día cuelgo un vídeo de él.
bi_sible -
P.D: a mi me encanta ismael serrano
saludos niña
Gatazul -
Cora -
Coquí -
Por cierto, eres de las pocas personas que comparte el gusto por Ismael Serrano ;)