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pide un deseo

tiempo

Hace tiempo que no escribo, y es que siempre se me ocurren cosas cuando no me puedo poner a escribir, y encima, por si ya tuviese poco con mi autocensura, ahora me da vergüenza que alguien del trabajo se pueda enterar, en un momento dado, que tengo un blog, así qu eno sé qué poner, me da mucha pereza, y no quiero mirar ni el mail en el curro por si tengo un mail con comentarios (lo cual se pelea con la ilusión que me hace abrir el mail y leer un comentario)

Pues en eso estoy, en mis contradicciones, así que puede que no escriba en unos cuantos días más (pero no demasiados, que ya tengo ganas de sentarme un día con el tiempo para ponerme a leer y escribir durante muchas horas)

intentando dar marcha atrás

Acabo de recibir tu mensaje, es muy bonito, tierno y gracioso a la vez. Diría que me gustó, pero me dejó un regusto demasiado amargo; el mensaje podría haber sido más que bonito, podría haber sido perfecto, pero le fallaba la fecha.

Si ese mensaje me hubiese llegado en Julio, durante mis vacaciones, hubiese sido genial leerlo justo antes de irse a dormir, con la esperanza de soñar con él, contigo.

Si ese mensaje me hubiese llegado hace un par de meses lo hubiese atesorado para leerlo durante unos cuantos días cada vez que quisiese sonreír.

Si hubiese sido en Navidades me hubiese dado calor en las frías noches de la ciudad de mis padres.

¿Pero hoy? Hoy sólo ha podido darme pena, porque me ha demostrado que todas esas cosas que me hacían tanta ilusión y que nunca me habías dado, han dejado de hacérmela, han desaparecido, se han esfumado, tu mensaje ha llegado tarde.

Y me harán ilusión otros mensajes, otros correos, otros detalles, otros mimos y otros besos, pero ya no serán los tuyos.

No sé si es posible, desde este punto, dar marcha atrás hasta que me vuelvan a ilusionar los tuyos.

¿por qué te arriesgarías?

- Me he peleado mil veces por intentar conseguir algo que mejore mi vida, que la cambie, y ahora no sé si ha merecido la pena y no sé por dónde seguir, me indigno por las cosas que no me parecen bien, pero a veces creo que me he acomodado, que hay cosas que ya las acepto malas como son, y que no lucho lo suficiente, hay cosas que no salen, otras que sí... ¿Por qué arriesgarías tú tu vida? Y no me refiero a arriesgarla físicamente, sino a arriesgar la vida más o menos cómoda que tienes hoy, tu rutina, algo que te trastocase tu forma de vivir, que pudiese hacerte perder algo, ¿por qué te arriesgarías? 

- Pues por la libertad, por la justicia, por los derechos de la gente, por la igualdad...

- Supongo que te refieres a la libertad de los pueblos, de los países, de la gente para elegir a su presidente, por ejemplo.

- Sí, claro.

- Eso es lo que te haría moverte para pelearte por algo, son las cosas que te parecen lo suficientemente dignas como para moverte por ellas.

- Sí.

- Es que creo que igual a veces hemos perdido las dimensiones, y me parece una pena. La gente quiere luchar por unos valores enormes que, aparte de que esas injusticias son las que más cuesta cambiar, y aparte de que al final es por las que menos luchas, porque en esta sociedad del bienestar parece que nos quedan lejos, le hacen no pararse a mirar si eso se puede aplicar a su pequeña vida. Si su libertad está impedida por los padres, la novia o el jefe. Si sus conocidos les piden cosas injustas, si la gente no le acepta como es.

Es muy bonito llenarse la boca con lo que uno lucharía por cambiar el mundo, pero como no está al alcance de la mano... y luego las cosas que sí lo están aceptarlas, no vaya a ser que si de verdad te arriesgas a pelear por algo pierdas otra cosa.

Yo he peleado por tener una vida independiente de la de mis padres, en algunas cosas lo he conseguido, en otras sólo me he llevado broncas e incomprensiones. He peleado por tener una vida sexual que ellos no me tenían que coartar, por tener unos estudios u otros, por vivir en una ciudad distinta, por tener mi independencia económica, o por tener un novio que no les gustase.

He pasado por 5 tipos de trabajo distintos para irme buscando la vida y ver que podía hacer cosas, en vez de quedarme tranquila y relajada en casa, viendo la tele.

He cambiado un par de veces de ciudad y me he ha hecho sentir sola algunas temporadas, pero he conocido lugares y sobre todo gente genial que han hecho que cualquier esfuerzo mereciese la pena.

Y veo que he conseguido una vida que me gusta, mucho, salvo por un detalle, que todas esas cosas por las que he luchado durante toda mi vida parecen insignificantes, no sólo cuando se comparan con esa libertad de los pueblos, esas Justicia e Igualdad con mayúsculas, sino sobre todo cuando veo que estando a tu lado, que no eres capaz de luchar por esas cosas "pequeñas" de tu vida que dices que te molestan tanto, que son las que realmente te podrían dar la felicidad, lo único que he conseguido es cortar tanto mi libertad que ahora sí que me planteo si mereció la pena tanto esfuerzo de adolescente para esto. Y lo peor es que sé que sí, que lo mereció, así que igual tengo que luchar todavía un poco más, a mis 26 años, para echar lastres.

mi propósito de año nuevo

Escribiendo y releyendo el post de ayer me di cuenta de cuál es mi propósito de año nuevo, lo que me hizo empezó por hacerme sentir bien, algo por lo que luchar, pero se convirtió pronto en una emoción negativa.

Mi propósito es tener momentos eléctricos, encontrar ocasiones que se conviertan en esas noches en las que el aire es más denso de lo normal, y la pregunta que me surgió fue ¿con quién? ¿quieres esas sensaciones con una persona en concreto? ¿con varias? ¿con alguien conocido? ¿desconocido?

Y la respuesta es que no tengo respuesta, no sé si las quiero con una persona concreta y conocida o con cualquier persona/s que pueda/n aparecer. Hasta hace sólo un par de días sí tenía respuesta a esas preguntas, y por supuestísimo no era Rafa. 

A lo mejor, las encuentro en unos días, igual que he encontrado el propósito con 13 días de retraso, pero no estoy tan segura de querer encontrarlas, ¿y si no me gustan?.

conociendo a Rafa

Un día de navidades salí con Pin y Pon, unos amigos con los que sólo puedo quedar muy de cuando en cuando. Estábamos en un bar y cerca de nosotros, apoyado en la pared había un chico que me llamaba la atención. Al principio pensé que le conocía, y se lo pregunté a Pon, que quién era, y me dijo que era de su grupo, ahí me fijé y a su alrededor vi a otros amigos de ellos, pero no caí de cuándo le podía conocer, y seguí mirándole y cuando me devolvió la mirada con una sonrisa burlona me di cuenta. No le conocía de nada, simplemente me atraía, me daba mucho morbo, y por lo que me pareció ver yo a él también.

Cuando entramos al siguiente bar, aprovechando que estaba al lado mío y que me estaba mirando con ese mismo descaro burlón de antes, me presenté:

- Hola soy Estrella.

- Yo Rafa - y me plantó dos besos en la cara con los que senti una electricidad de la que casi ya ni me acordaba. Hace tanto tiempo que no me pasaba que alguien me tocase y me pusiese nerviosa, con el más mínimo roce.

Y decidí jugar, estuve jugando a ese juego toda la noche, yo le miraba, él me devolvía la mirada y me sonreía burlón, él me miraba, yo le devolvía la mirada y le sonreía chulita.

Y me encanto volver a sentir el morbo y esa conexión química, eléctrica, que se produce entre dos personas, y que pasa tan de vez en cuando.

A su novia no le debió de gustar tanto, porque se le acercó y a ella, aparte de no tener ganas, no pude ni presentarme. Además que yo estaba ocupada charlando con X, otro de los amigos de Pin y Pon.

Al despedirnos (su novia se quería ir, o eso dijo él), me dió los dos besos de rigor, con su sonrisa burlona mientras me decía: - ¿sabes que a X le molas?-

Y yo pensando por dentro: -a X lo mandaba a casa yo ahora mismo a que acompañase a tu novia para que te pudieses quedar tú-. Por supuesto no lo dije, cortada que es una, la sonrisa dejó de ser chulita para ser de circunstancias y seguí de fiesta con X y algunos amigos más.

me he emocionado

El otro día leí un artículo sobre el premio nadal, que se lo han dado a Maruja Torres, mi articulista favorita, y al empezar a leer la entrevista, donde habla de Terenci Moix y de Vázquez Montalbán me he emocionado, he sentido que se me saltaban las lágrimas por esa ternura que expresaba una mujer que admiro a dos de los escritores que he leído, y aunque uno de ellos "sólo" me haya amenizado historias e illuminado mi imaginación, el otro se convirtió mientras lo leía en uno de mis autores favoritos, fue el que me hizo pensar en el egoísmo razonado, el que mostró una de las lenguas (plumas) más afiladas que conozco, y me he enternecido, y me he emocionado, y se me ha puesto un nudo en la garganta y he tenido que contener las lágrimas para que no empezasen a deslizarse por mis mejillas y perdiese la pose de una chica independiente y fuerte, sola en una cafetería, fumándose un cigarro mientras lee el periódico.

"Solitude, je ne crois pas comme ils croient, je ne vive pas comme ils vivent, je n'aime pas comme ils aiment, je mourrai comme ils meurent" , Marguerite Yourcenar.

("Soledad, yo no creo como ellos creen, no vivo como ellos viven, no amo como ellos aman... Moriré como ellos mueren")

faltan ilusiones

Este año no he hecho propósitos de año nuevo, y eso es lo de menos, porque no los suelo hacer, yo los hago en septiembre, tras los exámenes, con el nuevo curso en mente, pero este año no los hice, me iba bien con lo que tenía, y sí que tenía un propósito en mente, aunque sin denominarlo tal. Fue el que finalmente no salió, yo me lo curré, pero él no, o no tanto (esto lo digo por hacerme ilusiones, no porque crea que algo sí se lo curró)

Y ahora con el año nuevo tampoco me he hecho ningún propósito, y me he dado cuenta de que aunque no los necesite sí que necesito ilusiones, algo que me motive para lo que viene, y no lo tengo, porque lo último salió mal, y he pedido que los Reyes me trajesen uno nuevo, pero me han comprado bisutería (¿para qué quiero yo bisutería?, ni aunque fuesen joyas, yo de eso casi no uso) y se han olvidado del regalo que les iba a salir gratis, del que estaba hecho de nubes, del  que sí era necesario, de los que sí que uso, y así estoy yo ahora, intentado inventarme planes que me ilusionen, pero no los encuentro.

ya no te quiere

Te estás dando cuenta y estás entre dolorida y sorprendida, ya no te quiere, y crees que tú a él tampoco. Te preguntas porqué sigues con él y la única explicación que encuentras, aparte de que le quieres mucho, algo que te parece normal dado que estás con él y lo has estado durante un tiempo, es que la vida en pareja es muy cómoda socialmente, la más cómoda si acaso, y no es que vayas presumiendo de novio, ni que le tengas a todas horas en la boca, pero tampoco tienes que ir dando explicaciones de porqué dejaste al último, de que no te da miedo quedarte soltera, de que tienes sexo, ni aguantando miradas de pena que te repatean, porque tú no te das pena cuando no tienes novio.

Y sí, casi seguro que no te quiere, que no te desea, aunque esto último quieres pensar que no es verdad. Viéndolo ahora no estás siquiera segura de que al principio te desease, vale, al principio, cuando todavía no estabais juntos, o cuando empezasteis el rollo sí, pero no sabes si duró mucho más, no te acuerdas, y no quieres pararte a pensarlo.

Y lo peor no es eso, lo peor es que crees que tú tampoco le deseas ya, si por lo menos tú le deseases tendrías algún motivo para seguir luchando todas las mañanas, igual hasta eras capaz de encender su pasión, pero sin desearle tú...

¿O sí le deseas? Podría ser, igual sólo estás esperado a que su pasión encienda la tuya, pero ya sabes que él apasionado no es, no es tampoco de los que lucha por no perder lo que tiene, o por lo menos no sabe luchar bien.

Igual simplemente estás harta de que sólo se quede contigo hasta que folláis, y te da miedo follártelo por eso, porque sabes que después se va, y no quieres que se vaya, no quieres sólo su polla igual que no quieres sólo esas conversaciones con él, conversaciones que desde hace algún tiempo dejaron de ser maravillosas para ser simplemente insípidas. Le quieres a él, entero, como te parece que fue durante un breve lapso de tiempo, el mejor tiempo.

Igual por primera vez en tu vida estás sintiendo eso que dicen las mujeres, que los hombres sólo quieren el sexo, que cuando lo tienen desaparecen, que hay que escatimárselo, pero me estás oyendo decirte esto y te ríes, ¿por qué? Ah, claro, porque hasta dudas de que él te quiera para el sexo, más allá de un simple desahogo  momentáneo que hacérselo él mismo es más monótono.

¿Y qué vas a hacer con todo esto que estás pensando y sintiéndo últimamente? ¿ignorarlo? ¿seguir escondiéndolo al mundo y a ti misma para ver si se desvanece y aparece de nuevo el amor y el deseo? 

el mejor día de mi vida

 

Enjuto mojamuto, enjuto mojamuto, enjuto mojamuto, oeeeeeeeeee

Hoy ha sido el mejor día de mi vida, síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!

Internéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

¿vienes a por mí? ¿quién te envía?

Al final la conexión vino sola, como se fue vino, pero esta experiencia me hizo valorar las cosas importantes de la vida:

Tener internet en casa es genial:  Youtube, gmail, los blogs, tener tiempo para leer todos los que quiera en vez de hacerlo con la ventana pequeña en el curro y de uno en uno y no más de 10-15 minutos, mula, series en VO S o sin S, películas, música... internéeeeeee

P.D. Perdón por el post friki, pero vuelvo a tener interné, y tenía que celebrarlo.

vínculos emocionales sólidos

Creo que vivimos en una sociedad con mucho estrés y que eso afecta a nuestras relaciones personales. El hecho de que todo el mundo trabaje, haya pasado por varios trabajos, varias ciudades, haya vivido en unos cuantos barrios distintos, hace que conozcamos muchas cosas, mucha gente, pero pasajera y nos cueste asumir relaciones personales duraderas. No creemos en el amor eterno, hemos perdido de vista a un montón de amigos, no vemos mucho a un gran puñado de familiares, y eso se resiente en la forma en la que formamos nuestros vínculos emocionales.

Pues no, eso deben de ser pamplinas, porque resulta que hoy en día, con el mundo estresado en el que vivimos, con una competencia feroz en todos los ámbitos establecemos vínculos emocionales muy sólidos, lo que pasa es que yo no iba por el buen camino al imaginar con quién, y es que resulta que ese vínculo lo asentamos ¡con las marcas de cereales!

Lo leí el otro día en un artículo del periódico sobre la propaganda en época de crisis, sus truquillos para que no sustituyamos su producto por otro más barato y de parecida (o igual) calidad. Y el truco de una marca de cereales es que establezcamos vínculos emocionales sólidos con ellos.

Bueno, hombre, no me cuesta ya bastante pensar que estoy bien con Manuel en vez de darme a mi tendencia de que hay que acabar esto cuanto antes por una pequeña divergencia de opiniones. Y me cuesta intentar controlarme y pensar en que hay muchas cosas que están bien en lugar de hacer lo mío, tomar decisiones drásticas y rápidas en momentos como éstos, pero lo que no voy ni a intentar es mantenerme fiel a una marca, si con que lleve lo mismo que la de al lado prefiero la más barata.

Pero no sé porqué me da que por el mundo hay suelta gente que le va a ser fiel a sus Kellogs hasta la muerte, que al fin y al cabo de novio se puede cambiar cada dos por tres, pero tus cereales... y me acuerdo del "yo sin gaseosa no como", de cuando éramos pequeños, y del "me quedo con XXX detergente aunque me des tres del otro", y la propaganda es siempre la misma, el caso es querer más a tus marcas que a tus padres.

Que mundo tan loco éste.

perder a los amigos

Miniña, mi amiga, a la que adoro, la que siempre está ahí cuando la necesito, la que sabe que puede contar conmigo para lo que quiera, y yo que puedo contar con ella para los momentos malos y para los buenos, que me respeta, me admira y me quiere, a la que sé que le puedo contar todo, decía el otro día que había que tener hijos porque los amigos al final desaparecen y los lazos de sangre (o de adopción) son lo único que queda.

Y no supe qué decir, me dejó muda, y dolorida. Yo que creo que la familia importante es la que tú creas, sea la tuya por sangre o la encontrases en la calle, que tengo unas amigas maravillosas a las que quiero un montón y que sé que puedo confiar en ellas y ellas en mí, que una de ellas, la mejor, con la que tengo la mejor relación desde hace más tiempo, me diga ahora que la amistad se acaba, que no va a ningún lado, que no sirve para nada... estoy a punto de echarme a llorar escribiéndolo, no puedo describir lo que sentí cuando lo oía.

Mi familia no me apoya ni la cuarta parte que mis amigos, no me comprenden, la mejor parte de mi familia sólo me exige, me "aconseja" y me grita, eso sí, después me dice que me quiere mucho y que todo lo hace por mi bien.

Pero mis amigas con toda la intención del mundo de hacer muchas cosas por mi bien las hacen por mi bien de verdad, no por el bien que a ellas les gustaría.

Sé que Miniña está pasando por un mal momento, lleva un tiempo alternando días buenos con malos, con muy malos, me duele mucho oírla decir que que tiene miedo de todo y que no sabe cómo levantar cabeza, sin poderle dar yo nada más valioso que mi compañía, intentando encontrar las palabras de apoyo más adecuadas al momento, pero el dolor que sentí el otro día cuando dijo eso no lo puedo describir, ahora mismo se me está atravesando en la garganta.

y después al despertar

Cuando me desperté de ese sueño tan mágico, además de acordarme del horóscopo de ayer, me di cuenta de todas las cosas que Manuel sabe que me duelen, que no es sólo que no me gusten aunque eso es lo que pueda opinar él de ellas si estuviese en mi lugar, y sin embargo las hace, más por dejadez que por maldad, porque todos estamos condenados a hacer daño a los que más queremos, a los que menos nos gusta hacérselo.

Las hace y no les da mayor importancia, como mucho dice que es que no entiendo su situación, en vez de pararse a pensar si él entiende la mía, mi forma de pensar y de sentir. No compartimos el mismo criterio de las cosas que nos gustan y que no, y ni siquiera siempre el de las que nos parecen importantes.

Y hay momentos en los que yo también haría cosas que a él no le gustarían, cosas que para mí, si estuviese en su lugar, tampoco serían importantes, y ahora es uno de esos momentos. Y en cambio resulta que me corto, y es que ya no puedo más con coartarme ciertos aspectos de mi vida por no plantearme cosas, por no rebelarme, por no quejarme, y tener que pasar por otros y que luego me digan que tampoco es tan importante y que si no lo entiendo. Pues no, no lo entiendo, no veo las cosas de la misma manera, no hay una verdad absoluta, y pocas cosas están bien o mal objetivamente hablando.

Así que me quedan pocas opciones, una de ellas es mandarlo todo a la mierda y la verdad es que no me apetece nada, y el resto son o volverme de piedra, que para eso lo mando todo a la mierda y acabo antes, y otra es pelear por mí y soltarme la melena, y me voy a lanzar por esa opción, porque quiero guerra. Estoy guerrera. Igual me convierto en un terremoto por unos días, si se nota temblar la tierra, es que ya me he dado a la acción.

sueño que sueño

Es curioso, mi horóscopo me dijo ayer que iba a tener un sueño ¿bonito?, ¿extraño? ¿curioso? No me acuerdo del adjetivo porque no le hago caso al horóscopo, pero si consigo un periódico gratuito lo leo por costumbre, y tanto como he tardado en leerlo tardo en olvidarlo, pero el de ayer me llamó la atención, porque decía que me tenía que acostar con una libreta al lado para apuntarlo al despertar. Y yo pensé que no me haría falta, porque me suelo acordar de lo que sueño, y no le hice caso.

Y soñé, y me gustó el sueño, y algunas cosas las olvidé, pero el sueño y la conclusión general las recuerdo perfectamente, aunque la conclusión irá en otro post.

Yo me encontraba en un bar que conocía, pero al ir al baño descubría una zona al fondo de la que no tenía ni idea. El bar resultaba ser todo el edificio entero, y al pasar del bar inicial llegabas a una escaleras y a la derecha quedaba un patio circular abovedado que daba un poco de luz nocturna al hueco interior. Desde allí se oían las distintas músicas de los pisos superiores y se veía, en la planta baja, alrededor de ese patio, muchas salas distintas, con su distinta decoración y con un cartel colgado en la entrada con el tema del bar, y había carteles que ponían cine, o música en directo, o sauna, o cuarto oscuro, o cocktails... en fin, muchos bares dentro de uno solo.

Y en uno de ellos (no voy a decir cuál era su rótulo, pero diré que entré en todos, tenía que acercarme a todo, verlo todo) se me acercó una chica a ligar conmigo, y yo me fui, sin llegar a mediar palabra con ella, quería seguir descubriendo el resto de bares y no me apetecía nada enfrentarme en esos momentos a ningún dilema moral, ni plantearme si iba a salir del bar feliz y flotando o arrepintiéndome de hacer algo que sabía que a Manuel no le gustaba.

días distintos

Hay días que me acuerdo de Manuel sólo a ratos, y que me surgen dudas, sobre el futuro, sobre el presente... pero luego me acuerdo de lo bien que estoy con él, de lo bien que me lo paso, de lo que le quiero, de lo bien que me hace sentir, y se me suele pasar pronto.

Pero hay otros momentos que me cuesta mucho más echar de mi mente, y son esos en los que no hago más que acordarme de él y echarle de menos por no poderlo ver en ese mismo instante, por tocarle, abrazarle, besarle y olerle; me encanta apretarme contra él y olerle, me encanta su olor, y estar así resulta relajante.

Y me acuerdo de él cada vez que me cruzo una pareja por la calle, o que sale una escena de amor en la tele, y le veo en todos las personas que representan esa escena, y le echo de menos, y quiero estar con él a todas horas, y me pongo nostálgica, y me voy a dormir y me acurruco pensando que estoy a su lado, y que puedo sentirle y no me quiero dormir porque quiero seguir imaginándome y viviendo esa escena.

Y me da rabia ponerme tan noña, pero esos momentos me encantan y cuando tengo una temporada de ésas no soy capaz de sacármelo de la cabeza, como me pasa ahora.

suertes y desgracias

Me fastidia creer en la suerte, porque me acuerdo de todos esos que te dicen, cuando algo te sale bien, que qué suerte tienes, aunque te hayan visto currando temporadas de 14h diarias lo más que llegan a decirte, en el mejor de los casos, es que eres muy trabajadora, lo que significa que tienes mucha suerte de que al repartir las virtudes te diesen la de trabajadora y sacrificada, que a ellos les tocó ser vagos, y que, aunque se estén todo el día de fiesta, han tenido muy mala suerte, porque no les guste nada trabajar.

A mí en cambio trabajar me encanta, y odio salir de fiesta, ¡no te jode!.

Y por eso no me gusta nada hablar de la suerte que tiene alguien y de la mala que tengo yo, porque creo que salvo raras excepciones, que siempre hay algo que te toca de verdad, la suerte se busca, se encuentra y se gana. Y siempre nos gusta creer que nos lo merecemos el doble que los demás, porque su sudor a nosotros no nos ha costado ningún esfuerzo, pero es que llevo unos días mordiéndome las uñas, y la lengua: uno de mis proyectos a corto plazo no acaba de confirmarse (a ver si este fin de semana, o la que viene, que todavía no ha vencido el plazo que le di en un principio), y no sólo lo he buscado, lo he deseado y he peleado por ello, sino que me hace una ilusión tremenda, y veo que una amiga mía, de ésas a las que les gusta decir lo de que qué trabajadora eres, tiene un proyecto parecido, en el que no le hace mucha ilusión meterse, y para el que no ha currado nada, y ya le ha salido, lo ha conseguido, y pese a saber que no me cambiaría con ella por nada del mundo (porque sinceramente creo que, además de no hacerle ilusión, se está jugando mucho más que demasiado y con todos los papeles de perder), me da rabia pensar que aunque a veces pelees con todas tus fuerzas por algo, no siempre tiene porqué salirte, que hay veces en las que la suerte existe, ya sea buena o mala, ya sea para mí o los demás, que ya digo que en este caso no tengo tan claro si la peor es la mía.

internetadicción

Lift me up, Moby

Tengo problemas con el internet, y esa es una de las razones que hace que no pueda publicar más, y que no tenga tiempo para leer blogs, porque no puedo hacerlo en mi casa.

Y hoy estoy harta de que eso sea así, porque ya llevo unos días teniendo a las musas de mi parte, con un solo pero, que no aparecen cuando sí que tengo internet, con lo que estoy volviendo a las andadas, a apuntar mis cosas en un cuaderno/diario, y resulta que aunque por una parte me suelte más, parece que por internet circula cierto calor humano que hace que las cosas suenen mejor, que haga más ilusión escribirlas, y que se reciban respuestas.

Yo era adicta a internet, y me encantaba, como fumar, y ahora resulta que llevo meses con el mono y cuando tengo la posibilidad de darle una calada me sabe a poco. En fin, esto de internet es una droga horrible.

tantas cosas

Let's get out of this country, Camera Obscura

Mi cabeza da vueltas de pensar en todo lo que me ha pasado este año y que en algún momento tendría que empezar a contar, pero me temo que todavía me quedan unos cuantos cambios más en mi vida, y algunos me dan vértigo.

Acabar lo que llevaba muchos años siendo la carga de mi vida ha sido genial, empezar en un sitio nuevo, conocer gente, tener vacaciones pagadas, tener más tiempo para quedar con la gente, empezar con los planes que siempre se quedaban sin hacer al final de la.lista de cosas que hacer, ver las cosas con otra perspectiva, dejando atrás las prisas y los agobios... todo esto no tiene precio, y encima me lo están pagando.

Por otra parte me siento como si hubiese crecido tres años sólo al entregar el proyecto, supongo que en la universidad siempre uno se siente más joven, pero ahora también tengo esa parte de mi vida como complemento, y por amor al aprender.

Esos tres años son los que hacen que los proyectos bullan en mi mente y se me estén ocurriendo tantas formas de seguir transformando mi vida...

desvaneciéndome

Últimamente escribo menos, mucho menos, este mes casi se queda vacío, y los anteriores tampoco fueron espectaculares. Me apetece escribir, me apetece contar cosas, pero no sé el qué, como si mi vida no tuviese nada especial, no siento que mi blog le vaya a resultar interesante a nadie. Claro está que podría inventarme historias, exprimir la imaginación, pero, aparte de la pereza que me da, si fuese a hacer eso siempre a partir de ahora cambiaría de blog, y no quiero, aquí hay gente que me gusta, pero aún así no paso nada por aquí.
Y pienso en encontrar de dónde sale todo esto, el que no me ponga a escribir, el que no me ponga a leer, y no sé qué conclusión sacar.
A veces pienso que mi vida es menos interesante, más monótona, pero si eso fuese verdad sería extraño, porque esas cosas no me gustan, y últimamente estoy muy feliz, así que no me convence esa explicación.
Otras pienso que es todo lo contrario, que me paso el día haciendo cosas distintas, compaginando varios y diversos estudios con varios trabajos, con varios grupos de amigos, con familiares con varios problemas... y entiendo que no me dé tiempo a sentarme ni un minuto, pero luego tampoco me lo creo, estoy liada, estoy haciendo muchas cosas, pero tampoco es algo insufrible.
Luego pienso que casi todo lo hablo con Manuel y no necesito dar rienda suelta a mis pensamientos aquí, para darle más vueltas al mismo tema, aunque realmente hay cosas que no le cuento, ésas pertenecen en su mayoría a mí misma, y tampoco las escribiría aquí.
Luego pienso que es porque estoy viviendo más, y reflexionando menos, las cosas pasan, me siento a gusto, ¿para qué hacer una disertación de 40 líneas sobre ello?
Pero luego hay momentos que lo echo de menos, escribir por amor al arte, leer otras artes, que me lean y me escriban...
Y ahí estoy, que un día digo que me pongo, al siguiente se me olvida, al otro no me apetece, y luego no sé qué contar.

No estoy de acuerdo

Where does the good go, Tegan and Sara

No era el momento de decirlo, porque acababa de discutir con ella por algo que me había hecho, y ella había llegado tardísimo, y tiene cierta tendencia a sentirse ofendida, pero cuando el otro día mi amiga contó que había dejado a su novio por otro, con quien tiene intención de ir en serio, y está esperando a ver cómo salen las cosas, y que no le dijo lo del otro para no ponerle triste, y le dijo que sólo se estaban tomando un descanso, y todo el mundo le dijo que claro, que hacía bien en decírselo así porque si no le iba a hacer mucho daño yo no pude por menos de sorprenderme.

A ver, dejas a tu novio porque te gusta otro con el que quieres salir, pero como estáis empezando no sabes si te va a salir bien, así que lo mejor es dejar a tu novio para no ponerle los cuernos y no sentirte culpable, pero no le dices que es una ruptura definitiva no vaya a ser que con el otro te salga mal y quieras volver a sus brazos, pues no, no me parece bien.

Entiendo que si de repente tu novio no te gusta le dejes, aunque tuvieseis planes de futuro, aunque él te quiera mucho, y eso no te convierte en la mala de la película, por mucho que haya gente que lo vea así, yo creo que tú estás con alguien porque te gusta, y cuando te deja de atraer como algo más que amigo pues es, con mucha probabilidad, el momento de dejarlo. Hasta ahí de acuerdo.

Que le eches de menos luego porque le quieres mucho también es normal. Y que intentes seguir siendo su amiga también, no tienes porqué echar de tu vida a alguien a quien tienes mucho cariño sólo por no querer follártelo.

Puedo hasta entender que no le digas que te gusta otro por no hacerle daño, pero que en vez de ser clara y rotunda en cortar (aunque sólo sea porque te gusta otro) le estés dando ilusiones cuando tus intenciones son otras, y que quieras tenerlo cerca para cuando no te salgan las cosas como tenías previsto, no me parece una muestra de bondad y sensibilidad. Igual es que yo no soy sensible, pero sinceramente, yo esto no lo haría.

Aún así no me apetece meterme en una discusión estéril, y al fin y al cabo mi amiga es ella, así que aunque él me cae bien, no voy a erigirme en juez de nadie, y él, por mi parte no se va a enterar, que también tengo otra amiga que hace este tipo de cosas, de informar a los ex de sus amigas en contra de la lealtad que les debería guardar a ellas, y tampoco me parece especialmente bondadoso. Y estaré ahí cuando necesite apoyo o esté confusa, pero no le voy a decir que está haciendo lo correcto. 

¿subversión?

I wanna be sedated, The Ramones

Una clase estupenda, con un comentario maravilloso sobre un texto que contenía una crítica genial. La profesora sigue explicando la crítica algo escondida y habla de la intemporalidad de las críticas al sistema, a los estados, y a la religión, y empieza haciendo la comparación con lo que tenemos hoy en día, con lo absurdo que es que la iglesia condene unas cosas que al mismo tiempo se parecen mucho a lo que nos quieren hacer creer, y durante estas frases se va quedando cortada y dice: "no quiero ser subversiva, pero hay que fijarse en que..." y sigue con su comentario pero ya poniendo sus palabras en boca del autor del texto, es decir, deja de lado su comentario para volver a la crítica que hace el texto de la iglesia.

Y yo me pregunto, ¿por qué a día de hoy, en un país laico, en una universidad pública, una profesora más que cuerda y buena no se atreve a emitir una crítica objetiva sobre la iglesia católica por si alguien se lo toma a mal? ¿por qué hoy, que aparentemente no hay censura, caricaturas del jueves aparte, nos da miedo decir ciertas cosas? ¿por ofender a alguien? Entonces que no estudien literatura, porque los libros críticos y más interesantes de cada época, están llenos de cosas que ofenden a gente, de hecho si no nos han llegado más es porque muchos fueron censurados, y no se puede pretender que se expliquen obviando esas ideas subversivas, ¿dónde estaría la gracia si no?. Entonces que no estudien historia, porque está repleta de actos que se hicieron en contra de la iglesia. Y que no estudien ni ciencia ni medicina ni tecnología, no vaya a ser que las teorías del universo que defendió la iglesia estén en contra de lo que hoy en día sabemos, y a nadie se le puede ocurrir defender la condena de Copérnico o de Galileo por mucho que la hiciese la iglesia en nombre de Dios.

Y es que me da rabia que, quitando una conferencia sobre un tema concreto, o un discurso de algo ya claramente definido, no se pueda hablar en un sitio en el que todo el mundo podría estar presente de algo que critique a la iglesia católica o que defienda el ateísmo. Si sale una obra de teatro crítica los católicos se ofenden y la jerarquía habla en su contra e intenta prohibir su representación. Si es una película la gente escribe cartas a los periódicos para decir que cómo echan algo así para niños. No creo que nadie tenga derecho a ofenderse porque alguien opine algo contrario a tus ideas y lo justifique, con textos, o con hechos pasados, yo por lo menos no me ofendo porque haya gente católica que vaya a misa (función que se representa todos los días en todos los pueblos de España), o que crea en Dios, o que haya pelis como La pasión de cristo, si no quiero no la voy a ver, o si la voy a ver y me equivoco luego puedo decir que no me gustó, pero no me creo con derecho a que prohiban las cosas que no me gustan.

Con lo cual que una profesora, con sueldo del estado, remarque las diferencias entre lo que la iglesia hace y lo que predica no me parece más grave que estar pagando a curas católicos, o musulmanes en el caso de que los pagásemos, con los impuestos que yo declaro en un país laico. Y me da rabia que la primera, la objetiva, la que me tiene que enseñar historia y literatura, la que ha demostrado sus conocimientos en una oposición pública, se corte y el segundo no.