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No es verdad

Los chicos no lloran, Miguel Bosé

No es verdad, realmente ya lo sospechaba, pero en algún momento, sin llegar a creerlo, sí que actúe como si fuese así, pero es que no es verdad, los tíos no son machistas ni estúpidos ni prepotentes, por lo menos no lo son todos.

No me gusta escuchar que los tíos son todos iguales, que son así o asá, que no se puede hablar con ellos, que no son empáticos, que son orgullosos y machistas, porque no es cierto, hay tíos gilipollas igual que hay tías que también lo son. No quiero oír que unos lo son más que otros, es como decir que los negros son tal o cual, o que las rubias son tontas, no me gusta tener que meter a todo el mundo en el mismo saco por tener una misma característica física.

Yo no creo que haya diferencias genéticas muy grandes que influyan en el carácter por ser hombre o mujer, creo que sí que nos educan de forma diferente, así que tenemos cierta tendencia a tomarnos las cosas de forma algo distinta, pero no mucho, todos somos humanos, todos lo pasamos bien, todos mal, somos capaces de tener los mismos sentimiento, buenos o malos.

Me hace gracia cuando me preguntan si no estoy más a gusto con chicas que con chicos, si no me siento más comprendida, más libre, más yo misma. Yo siempre soy yo misma, los chicos que me gustan lo hacen porque no me impiden serlo, porque les gusto como soy, porque no se sienten atacados, ni heridos en su orgullo de machito porque a mí me gusten las mujeres, ni van a lo que van y sólo piensan en el sexo, ni creen que las mujeres no valemos para nada, ni se preocupan sólo por su placer, sólo por su vida.

Y es que no me gusta la gente que es como se supone que tiene que ser, la gente que cumple con los estereotipos porque si existen por algo será, la que cree que las cosas son así porque siempre lo han sido. Me gusta la gente que es como quiere, que lucha por lo que cree, que se plantea lo que piensa, y ese tipo de gente puede ser hombre y mujer, rubi@ y moren@, negr@ y blanc@... Y no voy a renunciar a conocer a alguien que sea así sólo porque tenga una de estas características físicas.

P.D. Con Manuel bien, con Raquel sigo intentándolo…

feminismo y educación

 

Dragostea Din Tei, O-Zone 

¿De verdad soy una feminista feroz? Me da rabia cuando oigo decir que algunas chicas que somos tan feministas que nos pasamos de bordes, que nos sienta mal que nos dejen pasar en una puerta, que nos inviten a la cena, o a la copa, o que nos piropeen, cuando lo lógico sería que a las chicas les encanten los caballeros y les parezcan muy bonitas estas cosas, que nos lleven las maletas, que nos den la mano para subir un escalón un poco incómodo, que nos abran la puerta del coche, que nos retiren la silla antes de sentarnos, que nos cubran los hombros con un abrigo las noches que refresca... no sigo que me pongo mala

Pues la verdad a mí no me sienta mal que la gente sea educada conmigo, y yo creo que, en general, yo también lo soy. Cedo el asiento a las personas mayores (nótese que he dicho personas, no mujeres), me ofrezco a llevarle las maletas a alguien que viene a visitarme, y que está hasta las narices de pujar por ellas, y me gusta que me lo hagan, tanto amigas como amigos. Me ofrezco a ayudar a subir o bajar maletas o coches de niño en las escaleras del metro, y me hace ilusión que se me ofrezca alguien a ayudarme a mí cuando voy cargada, pero tanto hombres como mujeres, dejo pasar en las puertas a la gente (otra vez a hombres y mujeres), y de vez en cuando me apetece invitar a la cerveza, igual que acepto que alguien me diga un día que me invita, que le hace ilusión.

Pero no soporto que alguien me abra la puerta del coche, sólo me lo han hecho una vez y me ha parecido ridículo, yo estaba abriendo la puerta y el tío me paró para abrirla él y sujetarla mientras yo entraba para cerrarla él después, ni que yo no supiese entrar y salir de un coche. Nunca me han movido la silla en la que me voy a sentar, afortunadamente, porque si no igual me caía. No soporto que me intenten ayudar a montarme en un determinado sitio, tampoco soy tan torpe como para no poder yo sola, aunque si realmente no puedo hacer algo sí pido ayuda, amablemente, claro. Pero me molesta cualquiera de esas otras cosas, si las hacen porque yo soy chica. De hecho me siento inútil cuando alguien está empeñado constantemente en cogerme las bolsas o ayudarme a subir a sitios, me da la sensación de que se creen que soy o una inútil o una vaga, y no me gusta nada.

Está claro que hay ciertas normas de educación, y no me parece mal respetarlas, como ceder el paso, y algunas me molesta mucho cuando no se cumplen, como dejar salir antes de entrar en el metro, pero todas estas cosas me parecen igual para hombres que para mujeres, no creo que nos haga más ilusión a unas que a otros el que la gente sea educada, no creo que seamos el sexo débil, el que no sabe hacer nada por su cuenta, y necesita constantemente de los demás.

Del tema de los piropos no debería ni de hablar, probablemente no le diga nada, ni me siente mal, si alguien me dice algo agradable y discreto, pero he recibido en mi vida muchos más de los que me gustaría de hombres de 40, o 50, para arriba, increíblemente bastos, y mirándote a las tetas babeando. Con lo cual que cualquier desconocido me diga un piropo no me suele gustar mucho, y me da rabia que encima se piensen que son todos unos caballeros.

Supongo que nunca me acabaré poniendo de acuerdo con cierto tipo de gente si, lo que para mí es machismo, para ellos es norma fundamental de educación y buen gusto, y además lo hacen "porque a las chicas nos encantan esos detalles"

no se me dan bien las relaciones

 

Aire, Mecano 

A estas alturas de mi vida, no me queda más remedio que reconocer que no se me dan nada bien las relaciones, y cada vez va a peor. No he pasado nunca del año y siempre he acabado cansada. Normalmente no dejo de querer a esa persona, como amiga, pero ya no quiero mantener más con ella una relación monógama, y a veces ni siquiera una relación. Supongo que parte de lo que no se me da bien es la monogamia, puedo con ella un tiempo, incluso sin tener que hacer ningún esfuerzo, pero luego me cansa. Pero no soy capaz de liarme con otra persona sin tenerlo hablado antes.

Normalmente la amistad no se me evapora como el amor, salgo con alguien y el amor desaparece al cabo de unos meses, pero sigo teniendo ganas de tener a esa persona como amiga, no me canso en ese sentido, es alguien a quien le he cogido cariño y con quien me he acostumbrado a hablar y a compartir cosas y me gusta, pero normalmente esa persona ya no me gusta en otro sentido, en el sentido sexual, o en el de la ilusión. Empiezo a "fantasear" con otras personas, aunque no haya conocido a nadie que me haya gustado empiezo a fantasear con esa posibilidad. O deja de hacerme ilusión que me digan que me quieren, y deja de hacérmela también el decirlo yo, ya no lo siento igual.

Y lo del sexo es peor, tengo amigas a quienes le parece  normal no tener ganas de acostarse con su novio cuando ya llevan mucho tiempo, a mí no me lo parece, y cuando he llegado a algún punto parecido, siempre ha habido también esa pérdida de la ilusión que me ha hecho pensar que esa relación ya no vale la pena. No tengo ganas de tener una pareja con quien no me apetezca follar, para eso ya tengo un montón de amigos, y encima con algunos de ellos sí que me apetece de vez en cuando, aunque no lo haga.

En cambio casi siempre una relación de amistad me suele durar mucho, la mayoría de las importantes todavía no se han acabado, conservo a mis amigos de la escuela desde casi el primer día, a mis amigas del colegio, una de ellas desde los 3 años, a una del instituto, a otra de la residencia universitaria... y no me canso nunca, y me hace ilusión cada vez que alguno me llama.

Así que creo que no me queda más remedio que reconocer que soy malísima para las relaciones, tal y como las suele entender la gente, pese a que me siento a gusto al principio, pese a que no suelo criticar a todos mis ex por sistema, sino todo lo contrario, me alegro de haber salido con ellos y nunca lo he considerado un error, ni una pérdida de tiempo, tampoco nunca he considerado una relación como la definitiva, sino que siempre he sido consciente de su fugacidad, y he estado a gusto pese a la probabilidad de que eso acabase.

Cierto es que puede que cambie de idea, pero lo dudo, no creo que haya una idea correcta sino sólo una opinión, y no creo que nadie me haga cambiar de opinión sobre si una relación es buena o no independientemente de su duración. No creo que una historia que crea que va a durar para siempre me vaya a hacer más feliz que una en la que esté a gusto, aunque sea por poco tiempo.

opinar vs criticar

Ella, Bebe 

Mis padres tienen la rara facultad de hartarme de ellos en pocos días, ya no estamos acostumbrados a vivir juntos y se nota. Lo que más me molesta últimamente es su capacidad para estar constantemente opinando y criticando la vida ajena, por supuesto creyéndose con razón, y además con derecho a decírselo a la otra persona por su bien, así le han dicho al marido de mi prima que ha engordado, a mí que tengo que hacer dieta, a mi abuelo que no sé qué...

Estoy harta de que todo lo que yo haga tiene que pasar su visto bueno, que tengan que opinar, criticar, y decidir por mí. Si engordo unos kilos se tienen que pasar el día diciéndome que estoy gorda y que debería de ir al médico para que me haga una dieta. Si dejo una asignatura me dicen que porqué la he dejado. Si las estudio todas dicen que si no serán demasiadas. Si me preocupo por la carrera me dicen que no me agobie, y me llaman todos los días para preguntarme si estoy agobiada, "sí, ahora sí, hasta que tú llamaste no me había acordado". Si salgo un sábado por la tarde me dicen que si no debería de quedarme en casa y estudiar. Si me quedo un día viendo la tele más allá de las doce me dicen que me vaya a la cama. Y así con todo, de todo, de todo, tienen ellos una opinión, que en muchos casos es distinta de la mía y que me tienen que contar y criticar constantemente si no la cumplo. No sé si alguna vez van a asumir que yo tengo opiniones distintas, que soy una persona adulta y que no tengo que pensar como ellos en todo, ni que ser perfecta.

Así que últimamente lo que más valoro en mis amigas es su capacidad de no juzgar, de tener unas ideas pero dejar muchas cosas sin saber si son buenas o malas, o aunque tengan una opinión ser permisivas con las opiniones, o actuaciones, ajenas. Saber que le puedo contar a Miniña algo que he hecho porque me quema en la lengua, porque sé que no estuvo bien, y saber que ella, como mucho, me va a decir que qué raro, que nunca hubiese dicho que podría hacer ese tipo de cosas, pero que no pasa nada, y tranquilizarme, y poder hablar de mis problemas sin avergonzarme de tenerlos, y así quedarme más tranquila.

La verdad es que creo que el haberme sentido tan insegura sobre mis estudios me ha servido para tener esa permisividad sobre los "errores" ajenos, yo antes tenía una moral mucho más rígida, una opinión estricta de lo que estaba bien y lo que no, y ahora soy más comprensiva. Ahora creo que entiendo algo mejor que igual que hay gente a la que le parece totalmente censurable el sexo antes del matrimonio y a mí me parece una estupidez, las cosas que a mí no me parecen correctas no se lo tienen porqué parecer a todo el mundo, e intento no meterme, pero claro, siempre hay alguna cosa que es algo más personal y me molesta, por ejemplo no soporto que me engañen o me falten al respeto, porque me consideren inferior por ser mujer, o bisexual, o lo que sea.

Pero de lo que me encantaría deshacerme ahora mismo es de ese espíritu crítico, y no especialmente con los demás, porque a quien más critico es a mí misma, y por eso no sé si soy trabajadora o vaga, o tranquila o nerviosa, porque me paso el día corrigiéndome, intentando ser mejor persona, intentando parecerles a mis padres casi perfecta, pero no puedo engañar a nadie, y a ellos menos, no soy perfecta, tengo mis defectos y debería de aprender a vivir con algunos de ellos, pero tengo la sensación de tener siempre encima su mirada reprobadora, y más cuando paso unos días con ellos, y me estreso demasiado. Necesito unas vacaciones, de clases y de ellos al mismo tiempo. Tengo que hacer algo porque ya llevo demasiado tiempo con estrés acumulado y no veo el momento de quitármelo de encima.

hay dias

46  minutes, Daisybox 

Hay días que no sé si soy demasiado impaciente o demasiado poco. Hay días que no sé si soy demasiado autoexigente o muy vaga. Hay días que no sé si soy una persona lanzada o demasiado tímida. Hay días que no sé si estoy demasiado salida o soy demasiado pudorosa. Hay días que no sé si soy una persona culta o demasiado ignorante. Hay días que no sé si soy una persona segura o insegura. Hay días que no sé si soy una persona interesante o una totalmente anodina. Hay días que no sé si soy una persona fuerte o débil. Hay días que no sé si soy inteligente o tonta.

Hay días que no sé quién soy, que no sé dónde estoy ni porqué, que no sé porqué lucho, ni qué busco, ni qué quiero. Hay días que hacerme todas estas preguntas me cuesta demasiado esfuerzo.

libertad para elegir

 

El fallo positivo, Mecano

Hace unos días estuve visitando a mi tercer abuelo, le llamo así pese a que no tengo ningún vínculo de sangre con él, pero tengo muchos sentimentales, más que con mis abuelos de verdad, es al que más cosas le he contado mías, probablemente con quien más tiempo he pasado, es la persona a la que iba a visitar y siempre me quedaba hablando con él de todo y de nada entretenidísima, es una persona muy culta, se puede hablar de todo, tiene un carácter genial, me encanta, y es mi tercer abuelo, y la verdad es que mi familia casi también le ve así.

Pues fui a visitarle, me había avisado mi madre que estaba muy mal, de hecho me había dicho que le fuese a ver porque igual no le iba a poder ver más, y fui. Estaba mal, pero mejor de lo que me esperaba. Su hija se puso a hablar con mi madre sobre lo tercas que son las personas mayores, que son como niños pequeños, blablabla, yo estaba que me subía por las paredes, hablando de él estando delante, como si no las pudiese oír. Me puse a hablar yo con él, que cómo estaba, y cosas así, y me empezó a contar que estaba fatal, que no podía hacer nada, que él no quería haberse operado, que prefería que la enfermedad le hubiese ido agotando poco a poco, que qué hacía todo el día ahí metido, que ni siquiera podía andar, que no quería haberse operado... yo, con los ojos empapados intentando contener las lágrimas no sabía que decirle, porque para mí tiene toda la razón, pero no se la podía dar, no le podía decir, sí mejor que te hubieses muerto que así y descontento, le intenté decir que iba a mejorar, que ya había mejorado desde la operación, ¿no?, me decía que por lo menos mi abuelo podía andar, que mi abuelo estaba bien, pero que él... le conté lo mal que había estado mi abuelo después de su operación y que tras unos meses había mejorado poco a poco, pero, pese a ser verdad, a mí misma me sonaba a excusa ¿quién soy yo para decirle lo que tiene que hacer?

Cuando nos fuimos y se lo dije a mi madre me contó que ya lo sabía, que encima él se había estado informando y que se había enterado de que la muerte por su enfermedad era tranquila e indolora, y que no se quería operar, pero que sus hijos quisieron, que nadie se atreve a dejar que un familiar suyo no se opere y muera.

Y a mí se me calienta la sangre cuando oigo cosas así, a lo que no se debería de atrever la gente es a llevar la contraria a una persona que está tomando una de las decisiones más importantes de su vida, o igual una de las menos importantes, que al fin y al cabo todo el mundo va a morir y a esas edades por muy bien que te salgan las cosas no te queda mucho. No entiendo porqué la gente se empeña en tener a sus familiares vivos si ellos no quieren, ¿para quejarte del trabajo que da delante de él como si la operación le hubiese afectado al oído? ¿por qué se considera generosidad el tratar de impedirle que muera si es lo que él quiere?

Yo no quiero que nadie me lleve la contraria cuando decida eso, no quiero atreverme a llevársela a mis padres si deciden eso algún día, no quiero sentirme inútil y que alguien tenga que estar cuidándome todo el día, no quiero que alguien se sienta así.

Nunca había oído eso de la boca de nadie en persona, claro que vi Mar Adentro, y me pasé la peli llorando de principio a fin de la rabia que me daba que no le dejasen en paz, pero oyéndoselo a una persona a la que quiero y respeto tanto como a él... las lágrimas acabaron cayéndome ya en mi casa discutiéndolo con mis padres.

Welcome to the real world

Matrix - South Park 

Volviendo al mundo real después de las vacaciones post-exámenes retomo la continuación de lo que dejé pendiente cuando estaba harta con el mundo estudiando.

Me gusta la gente:

Que es independiente, que va a su aire, que no me agobia, odio que alguien esté constantemente encima de mí.

Que es segura y decidida y lucha por lo que quiere sin necesitar constantemente la aprobación de los demás

Crítica, con ideas propias, que no le valen las cosas porque sí.

Capaz de resolver sus problemas sin ahogarse en un vaso de agua.

Que sonríe por la calle, o que te trata amablemente cuando tienes contacto con ella, ya sea en una tienda o porque es conocido de algún conocido.

Que adora leer, y leer algo más que la novela histórica bestseller de turno.

Que sin ser excesivamente detallista, o incluso siendo despistada, siempre va a estar a tu lado si la necesitas.

Que tiene cierta aura de fortaleza, o incluso a veces de chulería pero que no llega a resultar desagradable.

Sin complejos con el sexo, que lo practica por placer y diversión y sin sentirse sucio por ello.

A la que le gusta la gente en general, que no va buscando defectos ajenos, ni cotilleos jugosos.

Me gusta la gente, siempre y cuando no me sienta atacada por ella.

no me gusta

Fell in love with a girl, The White Stripes

No me gusta la gente que...

- va de comprometida con el mundo, con el medioambiente, con la pobreza… y no saben hacerle un favor a un amigo.

- que presume de que le gustan todos los estilos de música, de ropa, de libros… porque casi siempre lo que pasa es que conocen pocos, sólo escuchan los 40, visten ropa pija/media, y leen el código da vinci

- es insegura, o indecisa, o posesiva, que no saben lo que quieren y al final resulta que lo único que quieren es que le resuelvas sus problemas

- tiene miedo del sexo y que, consciente o inconscientemente, lo sigue viendo como algo sucio.

- te dice tus defectos en un tono como si te estuviese diciendo piropos… y encima se lo tendrás que agradecer.

- hace voluntariado y se siente mejor persona sólo por eso, o quien cree que sus “pecados” se perdonan confesándose y no pidiéndole perdón a quién hizo daño.

- necesita hacerte sentir inferior para sentirse superior.

- que está todo el día contando kilos, calorías, y efectos favorecedores de la ropa… prefiero a alguien con 4 kilos de más que a alguien que sólo se preocupa de no tenerlos.

- está todo el día quejándose, que da la sensación de que quiere tener siempre algo ahí por lo que poder quejarse.

- me dice que aunque ahora no quiera tener hijos ya querré en un futuro, o que ya querré casarme, ¿por qué? Si sí que hay gente que no quiere en toda su vida.

- no quieren ser felices, que prefieren quedarse sentados en un sofá atontándose delante de la tele que luchar por la felicidad y por los placeres de la vida.

soy muy mimosa

Sé que hay mucha gente que lo hace, puede que yo de pequeña también lo hiciese, no lo recuerdo bien, sólo sé que ahora no sé buscar en alguien ayuda para lo que necesito, me refiero personalmente, no sé si es por ansias de independencia o qué, pero por ejemplo soy incapaz de salir con alguien porque necesito algo, como hace tantísima gente, porque me siento sola y necesito compañía, porque necesito alguien con quien hablar, porque necesito cariño, porque necesito sexo...

De hecho me pasa todo lo contrario, por ejemplo, tengo temporadas en las que necesito mimos, que llevo mucho tiempo sin ellos y los echo mucho en falta, tanto que hace un par de meses que estaba así, cuando un amigo de clase, que es sólo eso, amigo, me cogía de la mano, o me tocaba el hombro, me estremecía, tenía escalofríos que me recorrían la espalda, y es que hasta hace poco llevaba más de 2 años prácticamente sin mimos. Sólo he tenido una pareja estable en todo este tiempo, y digamos que no era nada mimoso, lo han sido mucho más cualquiera de mis últimos rollos del año pasado, pero aún así, con 5 días no puedo recargar para dos años.

Pues mi problema es que cuantos más mimos necesito más me cuesta buscarlos, no sólo es que no quiera salir con nadie, que también, sino que me cuesta ser mimosa en esas temporadas, ya en general me cuesta mucho sentirme con la confianza necesaria para serlo, pero en esas temporadas es peor, como si lo rehuyese, como si fuese algo que ya no me saliese natural.

Luego de vez en cuando me encuentro con sorpresas, siendo mimosa con alguien con quien me sale natural, y está genial, pero soy consciente de que hay muy poca gente que conozca esa faceta mía, y me da rabia, con lo que me gusta a mí acurrucarme y que me den besos y me hagan cosquillas en los brazos, en la espalda, en las piernas, o hacerlas yo...

Sí puedo ser algo más natural cuando estoy mejor conmigo misma, cuando no necesito esos mimos es cuando puedo darlos y recibirlos más a gusto, pero ¿por qué me bloqueo cuando sí los necesito?

la felicidad de la resignación

 

Someday I'll be saturday night, Bon Jovi 

Hay mucha gente que es feliz siendo indiferente, viviendo la vida predeterminada, haciendo lo de todo el mundo, y pensando que intentar hacer algo distinto es complicarse la vida. Yo no soy capaz.

Una parte de mi familia es así, y lo que piensan de mí es que cómo me gusta complicarme la vida, que mira que soy rarita queriendo ir al extranjero con lo bien que se vive en España, que para qué no vivo en la casa de mis padres hasta que me case, si es lo más cómodo...

Y yo es que no puedo ser así, mi felicidad se basa en vivir cosas nuevas, en aprender, igual es por eso por lo que no me gustan las relaciones estables, porque no me veo capaz de tener nada estable en mi vida, porque todo tengo que cambiarlo, porque tengo que encontrar cosas nuevas que hacer cada poco.

A veces pienso que esas personas son felices sin más, que no necesitan plantearse nada, que no tienen dudas existenciales, que pocas veces pensarán que tomaron la decisión equivocada porque no se ven tomando decisiones, sino siguiendo lo que hay que hacer en esta vida, estudiar algo, encontrar trabajo, encontrar pareja, casarse, tener niños... hay veces que tengo tentaciones de tener envidia de esta gente, porque yo esto no lo sé hacer, yo sólo sé pensar, decidir, equivocarme, volver a pensar cómo cambiar mi vida, volver a decidir... y así siempre.

Otras pienso que igual que puede que no conozcan las dudas existenciales ni la infelicidad, tampoco conocen la felicidad de haber luchado a vida o muerte por algo y que salga bien, la felicidad de ir sola a un sitio y saber defenderte y arreglarte la vida, la felicidad de la independecia y de la soledad buscada, y esas veces me dan pena, pero no sé porqué sospecho que yo les doy todavía más pena a ellos.

Tienen miedo de cambiar su vida por si va a peor, pero cuando estás mal con algo ¿no tienes más posibilidades de que tu vida mejore cuando lo cambias? ¿Y lo feliz que eres cuando sale bien?

las dudas que me acosan

 

Nothing compares to you, Sinead O'Connor 

¿Por qué se acaba el amor? sin pistas, sin motivos, sin cambios bruscos, poco a poco, es algo que se desgasta y que me abandona.

¿Por qué el sexo es mi tentación, es lo que si me ata a alguien no me deja soltarme? Es mi pecado capital preferido.

¿Por qué me sigo acordando de Fuck casi todos los días? Si ya hace más de medio año que follamos, pero me acuerdo de su risa, de su mirada acompañando a su sonrisa provocadora, de sus gemidos... de todo, pero quiero volver a vivirlo.

¿Por qué me gusta la Chica de rojo? Hoy la volví a ver, tenía que haber ido a la biblioteca de siempre para encontrármela, pero me quedé en otra y fui luego a coger unos cds, y la vi de nuevo. Normalmente me mira, casi tantas veces como yo a ella, y el otro día se sentó enfrente de mí.

¿Por qué hay gente que me pone pero que  no me pone? Es decir, que me pone su olor, que quiero follar con esa gente, pero al mismo tiempo sé que no me pone, sé que no son el tipo de persona con quien me gusta follar, y aún así lo intento...

¿Por qué hay días que no me quiero levantar de la cama? o que quiero dormir y perder de vista el mundo.

¿Por qué hay dias en que estoy aparentemente mal y deprimida pero mis hormonas son una fiesta y me siento una persona hipersexual? ¿Por qué hay gente que lo nota, que me mira y lo ve y yo noto como eso les provoca y me sonríen por la calle?

tener o no tener... pareja

Cuando brille el sol, La Guardia 

Yo siempre he dicho que soy una persona muy feliz estando sola, es decir, sin pareja, no sola completamente sola, que tengo amigos. Eso sí, reconozco que cuando estás bien con alguien se está mejor que sola, pero repito, cuando se está bien, no entiendo las parejas de ni contigo ni sin ti, ni las que se pasan el día quejándose de su pareja, no lo entiendo, no se necesita una pareja al lado para vivir, ni para estar feliz, ¿por qué aguantar a alguien a quien no soportas?

Que sí, que las noches son largas y frías sin pareja, que dormir acompañado es mejor que sólo... en invierno porque en verano en Madrid el calor es horroroso, pero que no se necesita pareja para sobrevivir. Para mí las ventajas de tener pareja es el tener a alguien que te apoya, que duerme contigo, que te da cariño y también sexo, que te intenta entender, cuando esa persona te hace feliz, te aporta cosas..., es decir, que además de quererte como amigo te quiere follar.

Sé no es así para todo el mundo, intuyo que hay gente que lo basa en un intercambio yo te doy tú me das, yo follo contigo y te dejo que salgas con tus amiguetes a ver el fútbol y tú vienes conmigo de compras y me escuchas cuando critico a mis amigas, no sé si es así, sólo lo intuyo, por cosas como la del otro día, en la última quedada de nuestro grupito a lo Sex in the City, cuando una de mis amigas dijo que ella quería tener novio para poder hablar, que no quería follar, que de hecho follaba una de cada tres veces que su novio se lo requería, para que no se enfadase y aguantarle de mal humor. Y es que yo, que me encanta tener amigos con los que no follo, o sí, de vez en cuando, que no soportaría tener una pareja con la que no quisiese follar, yo, que no entiendo tantas y tantas cosas, todavía estoy flipando.

uff, los exámenes

Clavado en un bar, Maná 

Llevo unos días un tanto raros, en teoría estudiando, y como eso hace que se me recaliente la cabeza, y creo que se transmite el calor al resto del cuerpo, no hago más que tener pensamientos impuros, es horrible, en la biblioteca y sin poder concentrarme. Iba a escribir una fantasía de las que me asaltan cuando intento concentrarme, pero ya me ha asaltado tantas veces y le he dado tantas vueltas que ya ni me da morbo ni nada, así que otra vez será, y probablemente sea dentro de poco, porque esto de estudiar no ha hecho más que empezar.

Lo siguiente raro es que aprovechando que paso unas cuantas horas delante del ordenador haciendo trabajos me puse un día a hablar con Fuck, el del sexo maravilloso, por el msn y me encantó. Estuvimos hablando de todo y de nada y luego nos pusimos  a hablar de parejas y relaciones, y me gustó, porque tuvo las narices de decirme lo que pasa con su novia y conmigo, y además el motivo me gustó, porque es exacto al que tengo yo en este mismo tipo de situaciones, A conoce a B, A quiere no tener pareja y salir y ligar, pero poco a poco va viendo más y más a B y al final no se le puede llamar a eso más que una relación. Una relación en la que estás bien, con una persona que te gusta, te cae bien, te pone y la quieres, ¿y la vas a dejar por C un rollo que apareció en tu vida justo al principio de esa relación con quien no quieres salir y quien no quiere salir contigo? Pues esta vez en vez de tocarme hacer de A me ha tocado C, cosas de la vida. Fue una conversación muy agradable.

Y lo peor de todo de esta temporada son mis sueños, pese a estar de exámenes no estoy excesivamente nerviosa ni estresada, de hecho estoy tan poco que me sorprendo a mí misma, pero las pesadillas que tengo cuando estoy mal las estoy teniendo ahora también, ayer me daba un ataque de histeria en el sueño de la siesta porque mis padres estaban todo el rato detrás de mí y criticándome en todo y me ponía a llorar y a hipar y no podía parar, intentaba calmarme y respirar despacio y no podía, y me desperté con el despertador pero con una angustia horrible y con el corazón a mil.

Eso sí, hoy casi he dormido 8 horas, por primera vez en por lo menos 15 días y me ha sentado de lujo, pero sigo teniendo sueño...

tipos de personas

She's my man, Scissors Sisters

A lo largo de mi vida, tras haber vivido en distintos ambientes creo que se podría catalogar a las personas en tres tipos, las simples, las complicadas (que no significa complejas o variadas) y las interesantes, que son las variadas, con inquietudes y que saben tomar decisiones. 

El típico ejemplo de simple es el tío macho que ve fútbol, bebe cerveza y sólo piensa en sexo (cuando no está viendo el fúlbol), en un sexo que va a durar dos minutos porque ¿para qué hace falta más?

La típica persona complicada es la chica que nunca dice lo que quiere, que no sabe lo que quiere y en caso de saberlo lo oculta para que nadie piense, por ejemplo, que necesita sexo. El típico ejemplo es cuando un tío del instituto está detrás de una chica del instituto a la que este chico le parece "mono", "majo", "bueno"... pero le gusta otro, ella sabe que lo tiene detrás y le gusta saber eso, y de hecho lo va a guardar en reserva por si el primero no se decide, es decir, la que no se decide es ella pero siempre dirá que es que no quiere nada serio y no quiere hacerle daño a ese chico tan "majo" aunque se lie con él de vez en cuando. Esto con 15 años tiene un pase, eres joven e inexperto, pero hay gente que lo sigue haciendo después creyendo que nadie se va a dar cuenta de la verdad y gente que no se la da ni siquiera después de esa edad.

Que haya puesto estos ejemplos por géneros no quiere decir nada, ni los chicos son tan simples como les gusta decir a las chicas, ni las chicas son tan complicadas como les gusta decir a los que quieren salir con ellas.

El ejemplo de chica simple es aquella que sólo vive para saber qué es lo que se lleva esta temporada y para preocuparse de que su novio "la respete" no intentando acostarse con ella antes de una tener una relación seria.

El típico ejemplo de chico complicado es el del que está enamorado pero no lo va a decir y va a hacer todo lo posible que no se note dando una de cal y una de arena y fastidiando una relación si hace falta con su indecisión.

La gente que a mí me gusta es la que no me da (demasiados) problemas, es decir, la que no va a hacer una relación complicada, y la que no va a caer en estereotipos tipo: a los chicos machos les gusta el fútbol, a todas las chicas femeninas la moda.

Me gusta la gente interesante, con inquietudes, que toma decisiones más allá de si se compra el marca o el as o la cosmopolitan o la marie claire, la que se plantea cosas y tiene espíritu crítico, la que quiere aprender, viajar, experimentar. La gente a la que no le gusta engañarse, a la que no le gusta engañar, la que prefiere los buenos motivos a las excusas, la que quiere hacer cosas con su vida, la que no tiene miedo de las consecuencias, o no demasiado.

Lo bueno de este tipo de gente es que están en todos los lados, igual que los anteriores, en una escuela universitaria te puedes encontrar a una persona que acabe la primera de su promoción y que no sabe hacer la o con un canuto si no era de eso de lo que se examinaba, y lo único que quiere hacer en su vida es trabajar y, si puede ser, casarse y tener hijos, cómo no.También se puede uno encontrar con gente que piensa y a la que le gusta aprender y que no esté en la universidad, y que ni siquiera tenga el graduado escolar con 19 años, da igual.

Lo malo es que están entre todo tipo de gente, en todo tipo de ambientes, en hombres y en mujeres hay de los dos tipos, y nunca sabes dónde te puedes encontrar a alguien de los malos... hasta que te lo encuentras.

decisiones

 

Summer of 69, Bryan Adams 

En la vida hay tantas cosas por decidir, desde la ropa a ponerse, pasando por maquillaje sí, maquillaje no, o si quieres salir con alguien o prefieres estar sola, o si vas a coger ese guante que te ha lanzado tu madre y te vas a poner a discutir o lo vas a ignorar, hasta llegar a qué carrera escoger.

Yo siempre digo que no me arrepiento de (casi) nada, no porque no me equivoque nunca, que lo hago, y muchas veces, sino porque cuando tomo una decisión, y luego veo que era la errónea y debería de haber tomado otra, recuerdo porqué decidí eso y tenía mis motivos, así que sé que, de dar marcha atrás el tiempo y poder volver a decidir (sin conocer el futuro, claro), seguiría escogiendo lo mismo, porque tenía mis motivos.

Pero hay dos cosas con las que no, el novio celoso a quien tenía que haber dejado desde el principio y no lo hice porque todo el mundo me decía lo muuuuucho que me quería en vez de decirme que lo muuucho que me acosaba, y la carrera que estoy haciendo.

La primera decisión no estuvo tan mal (sí, sí lo estuvo, pero antes muerta que reconocer que parte de la culpa de no seguir con el chico de la carta anterior fue mía, es mejor culpar al destino, que, al fin y al cabo, su parte de culpa también tenía), yo necesitaba salir con alguien así en esos momentos para poder volver a mi vida de rollos desenfrenados con más ganas, pero sabiendo más. Me jodió en muchas cosas mi vida, pero ahora sé que gilipollas así no me voy a volver a encontrar, lo cual no deja de ser un gran avance.

La segunda fue un error, del principio al final, y el mayor error es que ni siquiera fue mi decisión. Yo quería estudiar psicología pero mis padres son de los que piensan que las carreras de ciencias y técnicas son las más útiles y las que más dinero te van a dar, y cometieron el error de pensar que si eras inteligente era la carrera que debías escoger. Como a mí se me daban bien las matemáticas y las físicas (aunque también se me diesen bien la historia, la literatura y cualquier lengua o idioma) tenía que estudiar una ingeniería. Aprovecharon una de mis fantasías de pequeña, deformándola, para convencerme de que era lo que yo quería hacer. Me dijeron que en otras carreras no había trabajo, y yo, como siempre estaba oyendo hablar del paro por la televisión, me lo creí.

Cuando 3 años más tarde empezaba a estar destrozada y quise irme de la carrera no me dejaron. Cuando dije que la ilusión de mi vida, puestos a hacerse ilusiones, no tenía nada que ver con la tecnologían ni la ciencia, no era ganar un nobel, sino estar en un sillón de la RAE y ser escritora, y no me gustaba lo que estaba estudiando, me dijeron que yo vivía en un mundo imaginario por culpa de haber leído mucho, y nunca se pararon a pensar que si yo seguí su consejo y escogí esta carrera fue porque me animaron a creer en el mundo imaginario en que yo vivía, no con 20 años, sino con 10.

De mi carrera me gustan muchas cosas, pero igual que me gusta saberme la historia de un país cualquiera, o saber más de literatura, y mucho menos que aprender idiomas o leer cualquier artículo de psicología. Mi problema fue que me gustaban muchas cosas, entre ellas las matemáticas y la física, algo a lo que mi carrera, finalmente, no se parece demasiado.

Supongo que soy lo que se define como "una persona de ciencias" mirándolo todo con el lado de la lógica, hasta los idiomas los aprendo mirándolos así, como nos dijo ayer la profesora de alemán a unos cuantos, pero estudiando esto me falta una pierna, la de las letras.

Los motivos por los que me quedaba en mi escuela, aparte de por no pelear demasiado con mis padres, fueron el no dar mi brazo a torcer y reconocer que me había salido mal, que no valía, que no era tan inteligente como pretendía, y también que, realmente, mis dos primeros años, me había ido muy bien en una carrera en la que el 50% abandonaba.

Pero en mi quinto año, tras llevar 4 días llorando sin parar, me fui a casa de mis padres y no me presenté a un examen. Les dije que me iba, que dejaba mi carrera, que estaba harta, que si el único motivo que tenía para seguir era el orgullo pues me lo tragaba. Lo aceptaron, no sin un poco de dificultad, pero con mucha menos de la que yo esperaba. También llevaban muchos años viéndome mal y yo ya llevaba un montón de enfermedades psicosomáticas.

Dejé mi carrera y me puse a trabajar mientras miraba las opciones para hacer lo que yo de verdad quería hacer, psicología, pero preferí dejarlo de lado ya que no quería juntarme con gente que estuviese entrando a la universidad con ilusiones estando yo tan quemada y sintiéndome tan mayor. Decidí que aprovechando que tenía aprobado el primer ciclo de mi carrera me metería a un ciclo superior, al de Traducción e Interpretación, y me encantaba sólo la idea de pensarlo.

Pero me ofrecieron la oportunidad de estudiar un año de mi carrera fuera de España, me lo pensé y escogí irme, practicar idiomas pero fuera de aquí, seguir por mi orgullo pero sin pisar mi escuela, y no sé si hice bien, pero no estoy descontenta (pero estoy segura de que habíendola dejado tampoco lo estaría)

Ahora tengo miedo de no saber quitarme este estrés de encima tras llevar 5 años viviendo con él. Y sobre todo, tengo miedo de no atreverme a empezar otra carrera cuando acabe ésta, de conformarme así sabiendo que ésta no me llena, no me ha llenado, y casi seguro que no me llenará nunca. La gente me decía que igual me arrepentía si la dejaba, que igual me quedaba el gusanillo de no haberla acabado, ahora tengo el gusanillo de no haber empezado otra, de haber sido cobarde, y tengo miedo de seguir siendo cobarde y no empezarla nunca.

Desgraciadamente, siempre nos quedará algún miedo, y siempre habrá alguna cosa que no podremos hacer y alguna en la que nos equivocaremos, pero continuar cometiendo el error es peor aún, siempre se está a tiempo de cambiar la vida, si de verdad se quiere, sólo hace falta echarle valor, y no pensar que el siguiente camino va a ser de rosas sin espinas.

Un año más

Un año más, Mecano 

 

Un año más, parece que estás obligado a hacerte de nuevo todos esos propósitos que, este año sí, vas a cumplir. La verdad es que yo prefiero hacerlos en Septiembre, que es cuando empieza para mí el año, las navidades son sólo una época para intentar estudiar, porque tienes los exámenes a la vuelta de la esquina, sin conseguirlo, porque ahí tienes a tu familia recordándote que es navidad, que todo el mundo es feliz, que hay vacaciones, y qué mejor para celebrarlo que recurrir al consumismo.

Pues no, éste año los hago en Enero, que me lo recomendó la psicóloga a la que finalmente fui.

Empiezo haciendo repaso, y me quedo contenta, este año ha tenido cosas malas, pero estoy muy contenta con las buenas, al principio fuera de Madrid, haciendo un montón de turismo, he conocido un montón de lugares nuevos, las leyes del karma me regalaron una sesión de sexo increíble, vinieron mis amigas a verme, aprobé casi todo. Después, al volver a Madrid, veo que sigo teniendo a mis mejores amigos, que sigo teniendo ahí también a los nuevos, y que, encima, conozco a un montón de chicas geniales. Parece que no se puede pedir más, pero ahí es donde se juntan el repaso con los buenos propósitos, las cosas en las que me ha ido mal, ésas que me voy a proponer cambiar, son ¿sorprendentemente? las mismas que el año pasado:

-         Dejar de fumar, aunque ahora tengo un montón de buenas razones nuevas que no voy a desoír, y he empezado, de nuevo hoy, pero ahora sí que voy en serio, ahora sí que lo quiero dejar, y lo voy a conseguir, entre otras muchas cosas para ejercitar esa fuerza de voluntad que perdí hace ya unos años, y para recuperar la confianza en mí misma, para saber que puedo conseguir cosas que me proponga en vez de enviarme directamente al fracaso, y estoy necesitadísima de esto para mi segundo propósito.

-         Estudiar, no agobiarme haciéndolo, no remolonear al ponerme, no autoboicotearme diciéndome que no voy a aprobar y que no me servirá de nada estudiar, y no hundirme si finalmente suspendo.

-         Lo siguiente es empezar a llevarme mejor con mis padres, creo que, a estas alturas y visto lo visto, la solución pasa por asumir que no me van a entender en casi nada de lo que haga y simplemente hacer oídos sordos cuando me están dando “consejos” que no he pedido, y haciéndome “favores” que no he querido y contestar con una sonrisa. El pequeño conveniente está en que para eso hace falta un autocontrol que me temo que no he alcanzado…

-         Y por último, entenderme con mi hermana, es decir, aplicar el punto anterior de nuevo sumándole el acordarme de que mi hermana (ya) no es mi amiga, es mi hermana, y repitiéndome que no me voy a morir por vivir en condiciones ligeramente menos higiénicas, pero sí si acumulo demasiado mal humor, así que para que ni me escuche no me voy a poner a gritar.

No debería de ser difícil de cumplir, sólo son 2 propósitos disfrazados en 4 pero llevo ya con ellos unos añitos, quiero pensar cosas más difíciles he cambiado y hay que intentarlo, cada vez con más fuerzas, hasta que se llegue por lo menos al punto en el que esto no me haga infeliz, ignorarlo no da resultado, porque no consigo ignorarlo, así que a luchar contra ello. Aunque no he empezado muy bien, de todas las navidades sólo haya conseguido estudiar un día, y el resto del tiempo he estado demasiado nerviosa de estar en casa y de tener que ponerme a estudiar igual, pero esto tiene que cambiar.

¿respetando todas las posturas?

Sexo y religión, Ska-p 

En los comentarios del artículo anterior se hablaba del respeto, y me acordé de una vez que una amiga me dijo, en tono capcioso, que ella no era católica pero que respetaba a los católicos, y se quedó callada cuando le pregunté si lo decía por mí. Y yo le expliqué lo que voy a contar ahora.

Soy consciente de que me meto mucho con la iglesia, como organización con una moral que no cumplen ni ellos, y que encima quieren criticar mi estilo de vida. Con los católicos me meto menos, porque no creo que todos, aún creyendo en la iglesia, se crean todo lo que ella cuente.

Y no tengo nada en contra de nadie sólo por el simple hecho de que sea creyente o practicante, tengo dos amigas que lo son, de misa todos los domingos y fiestas de guardar, aunque parezca que para nuestra generación es algo raro. Y a mis amigas las adoro, y ninguna me ha hecho nunca ninguna crítica de mi forma de vida, la conocen y la respetan, ellas tienen la suya y yo la respeto también. Y esto no quiere decir las quiero “a pesar” de que sean católicas, igual que ellas no me quieren a mí “a pesar” de que sea bisexual, simplemente las quiero y las respeto, y sus decisiones son suyas y a mí no me tienen porqué importar ni porqué molestar.

Y creyente… mucha gente es creyente, la mayoría probablemente, a todo el mundo le gusta sentirse protegido por algo superior, o darle a la vida una dimensión y un sentido que no lograremos entender por otro camino (ni por éste tampoco, pero por lo menos te quedas tranquilo creyendo que tenemos una respuesta a todo) y tampoco pasa nada.

Lo que critico es que esa asociación lucrativa que se llama iglesia se crea con derecho a dictar una moral para todo el mundo, si los católicos la quieren seguir allá ellos, pero no deberían intentar opinar sobre las leyes de un gobierno.

No sé qué problema tienen con los condones, son un método eficaz para proteger contra enfermedades venéreas. Si ellos no lo quieren utilizar que no lo utilicen, pero que no estén en contra de campañas de reparto de preservativos o de información sobre ellos para gente que no opina igual, porque no les hacen ningún favor. Yo no he creo que se deban destruir las iglesias aunque yo no las use.

¿Dónde está el problema en que yo me masturbe? Me temo que no molesto a nadie, si acaso gritase mucho a lo mejor a los vecinos, pero nada más.

¿Y que hay de malo en la eutanasia o el suicidio? Entiendo que cuando alguien se suicida sus amigos lo pasan muy mal, pero ¿por qué se va a tener que aguantar mal, o enfermo, sólo para que los demás le sigan viendo?

¿Por qué tanto empeño en que los curas no se casen? Si el sexo es algo genial y hace crecer el amor, y es una maravillosa forma de demostrarlo… ¿por qué no se puede tener sexo más que para tener hijos? Los que no quieran no, pero ¿y si yo no quiero tener hijos tengo que morir virgen? Pero yo puedo querer a alguien aunque no quiera tener hijos con esa persona, ¿y por qué ese empeño en que las mujeres sólo sirven para cuidar de la casa y tener hijos? Si lo hacen para procrear a mansalva un montón de pequeñitos católicos ¿en qué les molesta que los ateos usemos preservativos?

¿Por qué esa teoría de amar y respetar al prójimo que no pasan a la práctica? ¿Por qué no les gusta la parábola de la mujer adúltera, o por lo menos no la cumplen? No entiendo que tengan que difundir una moral tan rígida para luego ocultar los casos de abusos de niños, cuando se dan por parte de alguno de los suyos, ¿dónde tienen la mano rígida entonces? Pero si eso es una violación y un abuso a menores...

Tampoco entiendo que hagan unas leyes para ricos o que hayan apoyado más o menos disimuladamente dictaduras, ni que tengan toda la riqueza que tienen, si en teoría tienen voto de pobreza ¿alguien ha visto la fastuosidad del vaticano?

¿y sobre todo en qué les molesta mi bisexualidad/homosexualidad para que me ataquen así? ¿por qué no quieren que me case con la persona que yo elija? No entiendo porqué yo habría de respetar esas ideas que van en contra de toda tolerancia y respeto a los demás, no creo que nadie se pueda sentir ofendido, ¿para ser mejor que ellos? Pero si ellos ya son muy buenos y van a ir al cielo...

nunca cambiaré

A quién le importa. Alaska. 

Siempre he pensado que yo me agobiaba con muchísima facilidad en una relación, casi todas las que he tenido las he dejado por eso. Después, leyendo a Lucía Etxebarria, me identifiqué con las personas que ella llamaba compromisofóbicas. Se me ha ido pasando, ahora me gustan más las relaciones, normalmente soy muy feliz con ellas (si no no estaría), pero sigo agobiándome un poquito.

Parece que desde fuera te obligan a pensar en a dónde va eso, en si eso es lo que quieres para toda tu vida, incluso hay gente que parece que lo da  por supuesto, que ya has elegido a esa persona. Y me agobio, aunque esas cosas cada vez me pasen menos, porque cualquier persona que me conozca medianamente bien sabe que he tenido varias parejas, y ya los que me conocen bien saben que casi con ninguna me planteé estar toda la vida, que mientras yo esté a gusto con esa persona y sea feliz no me parece importante no tener planes de futuro.

Y ahora acabo de descubrir qué es lo que me provoca ese miedo irracional a las relaciones, es el que esperen algo de mí, tengo muchísimo miedo de defraudar a la gente. No quiero romper con las expectativas de nadie, por eso no me gusta que nadie ponga esperanzas en mí, y, la otra cara de la moneda, es que a mí tampoco me gusta ponerlas en otras personas, prefiero saber sobrevivir sola, y me cuesta abrirme. Me cuesta pensar que la gente me conoce, o aún peor, que cree conocerme, o que simplemente me mira buscando lo que quiere conocer.

Me pasa con mis padres, por eso mi carrera me quita el sueño tan a menudo, porque ésa es mi responsabilidad frente ellos, que me la están pagando. Además realmente nunca he tenido la sensación de que me acepten como soy, siempre critican todo, intentan corregirme y cambiarme, lo único que me faltaba era “fallarles” en los estudios.

Me pasa con mis parejas, también les puedo decepcionar, con lo que si yo les quisiese, me decepcionaría a mi misma después.

Siempre me pasa con la gente que estoy conociendo, no soy buena haciendo amigos a primera vista, eso para mí lleva su tiempo, conocer a la gente, saber por dónde te va a salir, y luego ya ser amigos. Y eso incluye que ellos también sepan por dónde voy a salir yo, no quiero ser amiga de alguien que crea que soy de una manera completamente diferente a la realidad, no quiero que nadie se sienta defraudado.

Y resulta que va ahora y me pasa con el blog, desde que conozco a gente gracias a él me ha costado escribir, no sabía qué poner, me sentía observada. Resulta que simplemente tenía miedo de lo que los demás esperaban de mí, de que me preguntasen por mi crónica de tal o cuál salida, de que intentasen creer que hablaba de alguien, de que esperasen encontrar en mis textos lo que querían encontrar en mí, o simplemente en alguien. Y yo soy como soy, puede que coincida que soy como alguien quiere, pero sobre todo soy como soy, quiera la gente o no.

Así que a partir de ahora voy a intentar volver a escribir como antes, ya dije que no hablaría de nadie a quien conociese por el blog, así que nadie intente ver un doble sentido en mis palabras, y el que tenga alguna duda que me lo pregunte, que para eso… soy como soy.

parece que últimamente no escribo mucho...

No sé si es por conocer ya a mucha gente a través del blog, que me está cortando a la hora de escribir, como ya preveía, o el  que estoy muy ocupada, entre estudiar, estudiar, y salir, y no tengo mucho tiempo para ponerme a escribir. Me da rabia porque casi no contesto a los post del resto, no sé qué escribir, ahora que escribo tanto en español ya no tengo tantas ganas de hacerlo, y es que no me gusta dejar pasar mucho tiempo entre post y post, y mucho menos quiero cerrar el chiringuito, pero realmente, no sé sobre qué escribir.

Supongo que el año pasado, al conocer a mucha gente nueva, me estaba planteando muchas cosas. Además tenía bastante tiempo libre, aunque me queje de que curré como una idiota en mi erasmus, pero tenía tiempo libre, y necesitaba tiempo para mí sola, para pensar en todo lo que me estaba pasando, ahora no lo necesito, de hecho puede que lo mejor sea que no piense en lo que me está pasando, en que me quede sólo con que me lo estoy pasando bien, y me está apeteciendo estudiar.

Estoy en un momento de ésos en los que las cosas malas no existen, simplemente ocurren, y luego dejan de existir, me estoy atiborrando a leer panfletillos de pseudoautoayuda/pseudopsicología, y la verdad es que he encontrado cosas muy interesantes y las estoy intentando poner en práctica, algún día escribiré sobre alguna.

Y, por cierto, el fin de semana estuvo bien, al final, en contra de todo pronóstico, dormí en la misma habitación que Júpiter, Júpiter conoció a mis amigas y le cayeron bien, así que, a pesar de que no salí mucho, para lo que estoy acostumbrada últimamente, me lo pasé bien.

Ahora os voy a poner una canción que estoy escuchando bastante últimamente, a ver si se me pega un poco el acento:

 

ya llega

Tengo ganas de que llegue este fin de semana, tengo ganas de ver a Júpiter, de salir, de que descubra mi pequeña ciudad, y de volver a discutir de lo humano y lo divino frente a unas cervezas, como hacíamos el año pasado.

Se me hace raro, porque voy a ver a Ella, la llamé hace un rato y sí que nos veremos, pero desde que descubrí que ya no debería de escribir su nombre con esa mayúscula enorme no me hace tanta ilusión, pese a que quiero verla, pero es como si no fuese ella, es raro de describir, y sobre todo, me parece muy injusto, porque ella no ha hecho nada para que yo le quite la mayúscula, simplemente he sido yo la que me empeñé en ponérsela.

Supongo que le hablaré de todo lo que estoy saliendo últimamente por el ambiente y lo que eso supone, y se me hace raro hablar de estas cosas con ella, no sé lo que piensa de lo que pasó entre nosotras, es bastante reservada para según qué cosas y sólo hablamos de ello una vez en la que yo saqué el tema y me sentí tan incómoda y agobiante que yo cerré también yo.

No sé si le habrán gustado más chicas, ni siquiera estoy segura de si yo le gusté, o si le gustó lo que hizo. A veces quiero creer que sí y pienso que a ella le gustaría vivir mi vida, la veo ahogada en esa pequeña ciudad, pero otras pienso que no, que puede que siga teniendo ese halo de tristeza en otro sitio, y me da rabia, porque no era así de pequeña, pero bueno, quien siga siendo como cuando era pequeño que tire la primera piedra. Y no voy a ser yo.

Lo que también va a ser raro es que Júpiter conozca a Ella (le debería de buscar otro nombre, ¿verdad?), con todo lo que me ha oído a mí hablar, proyectar mis ilusiones, no sé cómo se la imaginará, y me da algo de vergüenza haber contado tantas cosas de una persona y que ahora la conozca, pero bueno, no conté nada malo ;)

Eso sí, lo que sí que sé es que puede que este fin de semana sea genial.

Y dicho esto, no creo que me meta en internet en unos días, nos vemos después del finde.